Un punto de alegría y de combate

EDCM

🫐 Mis noches de arándanos

“My Blueberry Nights”. Fascina. Es deliciosa. Atrapa su historia, los personajes, la excelente banda sonora, toda la vida que encierra y las incertidumbres que lleva consigo, turbulencias de vivir y, pese a ellas, seguir adelante. Esta película es una odisea por dentro y por fuera. Viajes, personas que vienen y van, un bar nocturno, la ilusión perdida que quiere ir volviendo y todas las tristezas que es preciso dejarse por el camino. Abandonarlas atrás. “My Blueberry Nights” tiene un elegante magnetismo y preciosos colores, y es una obra para disfrutar a fuego lento: una bonita historia que va de encontrarse a uno mismo, del renacimiento y del amor, de las decepciones y nostalgias, de recuperar un camino por el que seguir pisando suelo firme, o lo más parecido con lo que uno pueda tropezarse en la vida. Volver a tener un lugar en el mundo después de sentir que lo hemos perdido. Estrenada en 2007 y dirigida por el hongkonés Wong Kar-wai, “My Blueberry Nights” está protagonizada por Norah Jones y Jude Law, sutiles y tiernos, y cuenta también en el reparto con Rachel Weisz, Natalie Portman y David Strathairn, y entre todos componen una hermosa sinfonía sobre el tiempo, las melancolías y las ilusiones, y cómo hay que aferrarse a la luz para no perderle el paso y la cara a los senderos de nuestra existencia, incluso en los pasajes más intrincados, aquellos que más duelen. Sencilla y profunda a la vez, esta película tiene un encanto muy especial, un bar en el que uno quiere quedarse a vivir y unas canciones emocionantes que lo envuelven todo de magia, y luego recuerdos y sensaciones que dan vueltas en el cabeza y en el corazón. Noches de arándanos, adictivas conversaciones, ilusión y sonrisas: noches embriagadoras para dejar las penas y las soledades atrás. A mí me encanta.

🗡 El puñal de Jorge

Esta es una novela negra que se lee del tirón: “El puñal”, del reconocido periodista y escritor argentino Jorge Fernández Díaz. Explosiva y brillante escritura en torno a una historia oscura y unos personajes hampones y peligrosos: la política, los servicios secretos, la droga, el espionaje, la corrupción y finalmente la violencia y el sexo forman el repertorio del crimen de un libro que tiene mucho de crónica política y social y cuyo personaje principal es la mafia entendida en su más amplia expresión. Todo lo que te rodea. “El puñal” es una novela que se lee como un periódico, o bien podría ser un reportaje convertido irremediablemente en una novela que lo quiere contar todo. La verdad termina siempre siendo un misterio y aflora por donde sea. En esta obra la literatura es un estallido desde la primera página y todo es estrepitoso y vehemente. De lo bien escrita que está y la fuerza que tiene para engancharte a cada página y seguir leyendo. Un relato sombrío que nos pone en situación de lo expuesto y confuso que es el mundo. Jorge Fernández Díaz es un periodista que sabe muchas cosas y las cuenta a su manera: “El puñal” es una de ellas. Absorbente, dura, intensa. La vida como es en según que rincones tenebrosos de los corazones de la gente.

🎙Un caballero del rock and roll

Es increíble y maravilloso que Iggy Pop, todo un caballero del rock and roll, siga en activo con esa fuerza arrolladora y mantenga su actitud vital tan provocativa y a la contra del mundo entero. Chico malo y desenfrenado. Medio siglo ya de vida musical y jamás ha perdido su carácter salvaje y excesivo y el sello tan personal con el que ha hecho toda su carrera inimitable pero absolutamente influyente en la historia de la música popular. Una estrella del rock en el sentido más puro, el último gran superviviente de los tiempos duros y un tipo que, a los setenta y tantos años, está hecho un chaval y sigue haciendo discos y conciertos con una frescura asombrosa e ilusionante. Su vida tal vez no sea el mejor ejemplo, allá cada cual, pero Iggy Pop fue un icono para muchos adolescentes de mi época que nos volvíamos locos con las canciones de los Stooges y aquella manera de cantar y retorcerse y romper todas las convenciones. Como Lou Reed o David Bowie, dos de sus amigos de los tiempos locos. Creo que Iggy Pop es un rebelde y un tipo apasionando y de fe: en la vida, en la libertad, en la música y en sí mismo. Siempre hacia adelante. Con permiso del muchacho que fui, y no sé si debería, los últimos discos de Iggy Pop, tantos años después, me siguen dejando un punto de alegría y combate que me da la vida, y eso aún tiene mucho valor. Toda una personalidad que no tiene intención de resucitar al Iggy que fue ni copiarse a sí mismo. Ahí va este “James Bond” en directo para demostrar que hay esperanza y que todavía el mundo no está perdido. No del todo. Y “The Passenger” en Sidney a más felicidad.