Bueno, no es que Susana no vea la puerta de salida, es que realmente no quiere verla y se hace la sorda, aunque esa puerta es lo suficientemente grande para que no pase desapercibida; así se escribe la historia, y es que cuando no se quieren ver las cosas, se ignoran, o ambas cuestiones a la vez, ocurre lo que ocurre, y la gente se enroca de tal manera que no está dispuesta a dejar ciertos privilegios, en este caso de una persona que todo se lo debe al PSOE, y por tanto, la humildad sería la mejor consejera, pero para eso lo más importante es la altura de miras y dar un paso atrás para que quienes han ganado hagan la política en un futuro.
El domingo, día trece de junio, en una jornada de esas en las que el PSOE se desenvuelve con soltura, hubo elecciones primarias en Andalucía para elegir al candidato/a a la Junta de Andalucía, y como no puede ser de otra manera, las elecciones se desarrollaron con una pulcritud que para sí quisieran otros partidos, elecciones con urnas, participación directa de los militantes, con interventores y apoderados y todo con las máximas garantías; ya digo para que otros copien.
Susana Díaz se presentaba a esas primarias, y las ha perdido contra Espadas, y las ha perdido por 17 puntos de diferencia, diferencia importante que no llama a equívocos, y en la que los militantes la han dicho, que su tiempo ha terminado, que se tiene que ir de la primera línea política, y que tiene que dar paso a quien ha ganado, y lo tiene que hacer dejando todas sus responsabilidades. y sobre todo, la Secretaria General de Andalucía, y no poner chinas en el encamino de los nuevos ganadores.
Susana, aquella que fue la mullidora del 1 de octubre de 2016 para que Pedro abandonara la Secretaria General y entregar el gobierno al PP, ha perdido las primarias con Pedro (por goleada) perdió la Junta de Andalucía, y ahora pierde (por goleada) las primarias con Espadas ¿qué más tiene que ocurrir para que Susana Díaz entienda que se tiene que ir?
Hace tiempo que se tenía que haber ido, pero no lo entendió así, y ha seguido erre que erre, pero los acontecimientos no la han sido propicios y eso ha hecho que la agonía se haya extendido en el tiempo, y el tiempo la ha dicho que no acertó, que lo tenia que haber dejado.
Hace bien Ferraz en no forzar la salida, pues está tan meridianamente claro que tiene que dejarlo, que más pronto que tarde, se dará cuenta que es insensato continuar, que no tiene nada que hacer, por mucho que crea que Moreno pueda adelantar las elecciones, y crea que desde la posición de Secretaría General tenga alguna posibilidad de maniobrar en ciertos temas; eso sería el último error que podría cometer, y enterrar definitivamente su carrera política y no volver a levantar cabeza.
Susana, te debes de ir ya mismo, no alargues más tú agonía, no hay razón para ello, has perdido y la militancia andaluza te ha dicho que no cuenta contigo, y por ello, no te hagas más daño, que es lo único que te puede pasar, y de paso pon a disposición del ganador todo lo que esté a tú alcance, al igual que a ti te han ayudado para que fueras los que has sido.
Alberto González González