Porque nos importa la educación
Porque nos importa la educación debemos poner en valor el gran trabajo realizado por la Comunidad Educativa. Después de concluir un curso académico, tremendamente difícil y complicado, después de estar trabajando en condiciones de inseguridad constante, totalmente diferentes a otros colectivos, donde la no presencialidad predominante, en donde los únicos lugares que trabajaban con aforos completos fueron los centros educativos, en donde toda la responsabilidad recayó en equipos directivos y docentes, fueron los auténticos responsables de que el pasado curso escolar saliera adelante con nota.
Si alguien diferente al colectivo docente, familias y los propios alumnos quieren colgarse alguna medalla que no le corresponde, no debe permitirse, pues es justo reconocer a quiénes sacaron adelante un curso en plena pandemia, sin levantar la voz.
Ese es el gran aprendizaje que nos dejó el curso 2020-21, la profesionalidad mostrada por un sector denostado e insultado por el propio presidente regional. Hoy mirarle a la cara resulta más complicado, y cualquier “palmada” en la espalda suena a desprecio. Porque nos importa la educación, como un pilar básico en el que debe sustentarse toda sociedad, como factor de desarrollo y progreso, no entendemos como el curso 2020-21 no ha servido para aprender y encauzar las políticas regionales en materia educativa hacia la mejora de la calidad.
Nos encontramos ante un nuevo curso en el que no se han producido: ni bajada de ratios, ni mejoras en las condiciones de trabajo del colectivo docente, ni mejoras en las condiciones del profesorado itinerante, ni contratación suficiente de profesorado. Tampoco se ha producido la regulación necesaria para el cuidado del hijo menor en cuarentena, ni regulación concreta del teletrabajo para la actividades no lectivas del profesorado, ni más profesorado de inclusión educativa, ni recuperación de apoyos para educación infantil, ni enfermera escolar, ni complemento específico para los responsables COVID-19 de los centros. Ni ha habido un compromiso presupuestario real en materia educativa, que deja a Castilla La Mancha como una comunidad en la zona media en cuanto a su inversión en materia educativa respecto al presupuesto general de la región.
Aquellas promesas a nivel nacional, que se plasmaron en un programa político y que buscaban un gran Pacto de Estado por la Educación, que no se ha logrado, sino que se ha impuesto una nueva ley sin consenso y con una elevada carga ideológica, para que la inversión en educación y becas llegue al 5% del PIB sigue siendo una “quimera·” Los últimos datos más optimistas que tenemos hablan de una cifra cercana al 4,26%, que comparado con los países del entorno, deja a España como uno de los países que menos porcentaje de PIB dedica a la educación.
Porque nos importa la educación no podemos entender como se ha permitido una contratación de docentes a todas luces insuficiente para el presente curso escolar, y emitir datos y cifras alejadas de la realidad en la contratación de docentes este y el año anterior , cifrados en torno a unos 3000 en, cuando en datos del propio ministerio de educación que no llegaron a más de 2040 profesores (a tiempos parciales y completos) puesto que el resto eran medias jornadas destinadas a programas de éxito y abandono escolar que ya llevaban años funcionando, con la novedad que comenzarían en octubre y no en diciembre-enero como años anteriores.
Además, gran parte de esos contratos, (el 26,6%), empezarán en el mes de enero ya que están ligados a programas financiados por el fondo social europeo. Este año parte de profesorado a tiempo parcial se incorpora en enero, y no en octubre como se hizo con parte de ellos el año pasado, no hemos aprendido nada.
Porque nos importa la educación, no podemos entender que se relajen las distancias y medidas de seguridad en las aulas, organizando los grupos de infantil y hasta cuarto de primaria, en los denominados grupos de convivencia estable, y reducir la distancia hasta el 1,2 en 31 de la ESO, en los que las distancias se flexibilizan, para no respetarla, y llenar las aulas hasta el máximo normativo de alumnos sin importar la distancia entre pupitres y saltándose las distancias que establecen los centros en sus planes de contingencia, entre un colectivo como el del alumnado de primaria no vacunado. Un grupo de convivencia estable es la definición del no respeto a la distancia de seguridad, para no desdoblar un grupo y no contratar a un docente…
No hemos aprendido nada. Porque nos importa la educación, estamos muy preocupados por la tasa de abandono escolar temprano que sitúa en España en el 16% en 2020, según los datos de la Encuesta de Población Activa. Mientras otras comunidades lograron situarse por debajo del 10% que reclama Europa, nuestra comunidad a pesar de los esfuerzos destinados a esta región con los fondos europeos y la implantación de los programas de éxito educativo y abandono escolar temprano, programas financiados con fondos europeos que surgen de los malos datos macro estadísticos que presenta Castilla-La Mancha comparados con los indicadores del resto de Europa, seguimos estando entre aquellas comunidades con tasas más altas.
Porque nos importa la educación, estamos preocupados por la implantación de la LOMLOE y su elevada carga ideológica, su nacimiento desde la imposición, su ataque a la elección centro, a la educación concertada, a la educación especial, al premio sin esfuerzo, a su permisividad en busca del aprobado, a lo no búsqueda de un resultado exitoso a través del esfuerzo, avanzamos hacia una ley abocada al fracaso por su falta de consenso, que no aporta propuestas con un verdadero potencial de futuro que lleven a conseguir la mejora de la calidad. No hemos aprendido nada.
Beatriz Jiménez.Vicesecretaria de Política Social del PP-CLM