El pasado miércoles tuve la oportunidad y el honor de acompañar a cientos de ciudadrealeños, representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y también de la Policía Local, que se concentraron frente a la Subdelegación del Gobierno en Ciudad Real para protestar contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana. Esta plataforma aglutina a los principales sindicatos y asociaciones profesionales de Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local que bajo el lema “No a la España Insegura”, defienden la pervivencia de dicha Ley tal como se aprobó en marzo de 2015 con un Gobierno presidido por Mariano Rajoy.
Los congregados, al igual que lo hicieron por toda la geografía nacional, pidieron con una sola voz que se paralice la reforma de un texto pactado por Pedro Sánchez con sus socios de Gobierno, que amenaza la seguridad de los ciudadanos y deja desprotegidos a los policías en su trabajo diario. Esta desprotección afectará a las identificaciones de indocumentados, que no podrán durar más de dos horas; a la presunción de veracidad de los agentes, siendo cuestionados solamente por ser policías o guardias civiles; al material utilizado para el mantenimiento de la seguridad ciudadana; a la celebración de manifestaciones espontáneas o al corte de carreteras sin previo aviso. Esta reforma también servirá para rebajar las infracciones por tenencia de sustancias estupefacientes en la vía pública.
Esta reforma deja desprotegida no solo a las fuerzas de seguridad, sino a la parte de la ciudadanía que sí cree en el orden y en la convivencia, y favorece a los que quieren romper la estabilidad social y la convivencia. Ya sabemos que Pedro Sánchez vendería a su madre para mantenerse en el poder y en este caso vende la seguridad de los ciudadanos y de los miles de policías nacionales, guardias civiles y policías locales que día tras día salen a la calle para defender la ley y el Estado de Derecho y las libertades colectivas.
Yo tengo claro de qué lado estoy. En el Partido Popular también lo tenemos claro y por eso estuvimos junto a nuestros policías y guardias en todas las ciudades de España y en Madrid Pablo Casado. Y seguiremos estándolo en todas aquéllas movilizaciones que organicen porque nos jugamos mucho.
También quiero señalar que me sorprendió que la subdelegada del Gobierno en Ciudad Real no se haya pronunciado sobre esta cuestión, al menos en público. Está muy bien presidir desfiles y pasar revista a unidades disciplinadas y eficaces, pero ahora esos hombres y mujeres necesitan saber que se les apoya. Necesitan saber que su subdelegada está con ellos y ellas y no con Pedro Sánchez y sus indeseables socios. Pero sé que esto es pedir peras al olmo, porque a la subdelegada la ha nombrado Sánchez y defenderá “usque ad morten”a su jefe de partido. Pero entonces que no presida más desfiles ni asista compungida a los actos y celebraciones de estos hombres y mujeres honrados que ven como su seguridad se ve comprometida por nauseabundos pactos políticos. También eché de menos la presencia de la alcaldesa o de algún representante del equipo de Gobierno municipal, porque allí también había policías locales de nuestra ciudad. En este caso Ciudadanos hace seguidismo del PSOE una vez más.
Espero que recapaciten y escuchen la voz de los que se juegan la vida todos los días por mantener viva la llama de la libertad. Porque al final es de esto de lo que estamos hablando.