Si algo hay más importante para el futuro académico de un alumno o alumna son sus primeros años en la educación primaria, evidentemente el resto, pero fundamentalmente sus primeros cursos. Eso sin contar el ímprobo trabajo que realizan nuestros docentes de infantil para facilitar dicha enseñanza.
Pues bien, poco a poco y a “la chita callando”, toda esa labor necesaria y fundamental se está diluyendo en simples ajustes presupuestarios que a la larga sólo van a suponer un mayor fracaso escolar, real, no estadístico, ahora escondido y callado con el nuevo decreto de evaluación, promoción y titulación donde casi se obliga a promocionar al alumno salvo excomunión administrativa de sus docentes, pero un fracaso al fin y al cabo para toda la comunidad educativa y para nuestras futuras generaciones.
Nuestro sistema educativo ha olvidado el fin último del mismo, al menos en infantil y primaria, aunque también se sufre en secundaria, la educación integral del alumno teniendo como referente a un tutor que debiera conocerlo, guiarlo y acompañarlo durante todo el proceso.
A día de hoy, esa labor ha sido una constante en nuestros centros educativos, ¿quién no recuerda a sus tutores, sus maestros, los de siempre y más horas al día? Salvando al profe de educación física o al de música. Esa figura que fue y a duras penas sigue existiendo está desapareciendo y flaco favor está haciendo a nuestros alumnos.
Cada vez más, y por desgracia, la doble condición de ser especialista y estar habilitado por primaria, está siendo usada por nuestra administración para recortes encubiertos, usando a los mismos para simplemente recortar en plantillas obviando la debida atención y en consecuencia perjudicando a todos, a los mismos especialistas, a los tutores de primaria y por desgracia a los alumnos, y en concordancia a la comunidad educativa, visto desde el punto de vista de sus padres, madres o tutores legales que son conscientes de esa carencia.
A día de hoy es más conveniente para nuestra administración que todos los especialistas sean tutores, los de inglés sobre todo, y porque con dos especialistas de inglés que sean tutores se ahorran un docente de primaria. Y si le añadimos más especialistas tutores, menos docentes.
Alguno pensará que eso es beneficioso, pero porque conocen la realidad de los centros. Ese aprovechamiento de especialistas para ser tutores puede significar que sólo conozcas a tus alumnos cinco horas a la semana, pero además implica que el resto de docentes sólo conozcan a sus propios alumnos cinco o diez horas a la semana, cuando un alumno de primaria, repito, los primeros cursos, necesita de un referente que imparta la mayoría de las instrumentales como mínimo con ellos.
Una compañera, amiga y profesional como la copa de un pino, valorada y querida por sus compañeros, alumnos y familias me confesaba que así sus alumnos perdían, los de ella como tutora, pero los del resto por tener que multiplicarse.
El fracaso escolar no se soluciona con aprobar a todos ni por no repetir, con eso se solucionan las estadísticas para los políticos o politicuchos que no entienden ni quieren entender, Se soluciona con dotar de recursos humanos a nuestros centros educativos, pero de calidad y de cantidad. Sobre todo en la fase más importante de nuestras vidas, la educación primaria.
Vaya esto por reivindicar a nuestros maestros y maestras, que bien merecido lo tienen.
Satur Acosta. (ANPE)