El 9 de febrero de 1970 se celebró en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Guadalajara la primera asamblea de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe. Han pasado algo más de 50 años y la MAS sigue siendo no solo la garante del suministro de agua en calidad y en cantidad suficientes para garantizar el desarrollo de decenas de municipios. También es el cordón umbilical del Corredor del Henares, uno de los polígonos más activos y pujantes de Europa. Un enclave industrial que se extiende a lo largo de dos comunidades autónomas: Madrid y Castilla La Mancha, y que convierte a nuestra mancomunidad en un ejemplo único de colaboración interterritorial. Un espacio que, como indicaba uno de nuestros ex presidentes, Agustín de Grandes, hemos sabido regar con agua del río Sorbe, para que creciese.
En origen fueron siete los municipios abastecidos por esta infraestructura: Alcalá de Henares, Alovera, Azuqueca de Henares, Fontanar, Guadalajara, Mohernando y Yunquera de Henares. En sus comienzos, la MAS prestaba servicio a un total de 66.000 habitantes, hoy son casi 400.000. Partimos de un consumo inicial de 6,8Hm3 anuales, que en la actualidad es de 40Hm3, y hoy son ya 13 los municipios integrantes de la MAS porque, a los ya mencionados, se sumarían después: Cabanillas del Campo, Marchamalo, Villanueva de la Torre, Tórtola, Humanes y Quer. Pero, en realidad, el agua del río Sorbe llega a más de 40 municipios a través de los convenios de abastecimiento vigentes con las mancomunidades Campiña Baja y La Muela.
En nuestro ámbito de actuación se abren muchos grifos a la vez, todos los días. Abrir un grifo es un gesto en apariencia sencillo, pero que esconde detrás el esfuerzo diario, las 24 horas del día, los 365 días del año, de un grupo de trabajadores que son como una gran familia y a los que tenemos la obligación de agradecer su trabajo. Más de un centenar de personas, entre ellas mi abuelo, que a lo largo de este medio siglo han hecho posible que la MAS haya sido útil a la sociedad y haya contribuido al desarrollo de las provincias de Madrid y de Guadalajara.
En agradecimiento a todos ellos (gratitud que quiero hacer extensiva a los alcaldes y concejales, vocales de la Mancomunidad, que a lo largo de este medio siglo han contribuido a la creación y mantenimiento de esta gran idea), celebramos hoy viernes, 10 de diciembre de 2021, un 50 aniversario (con aforo restringido por las circunstancias), que debimos haber celebrado el año pasado y no pudimos hacerlo debido a las medidas de confinamiento.
Los comienzos de la Mancomunidad fueron difíciles. Se contaba con pocos medios que se suplieron con las ganas de hacer bien el trabajo, sin importar las horas y el esfuerzo, como nos contaba uno de los trabajadores jubilados, Jesús de Andrés, en el vídeo realizado para conmemorar este 50 aniversario. Un documental que, además de recoger los testimonios de los pioneros, narra una historia marcada por hitos importantes para la MAS como la inauguración del embalse de Beleña en 1982; las ampliaciones de la Planta Potabilizadora de Mohernando (ETAP) en 1999 y 2010, una infraestructura modélica que hoy es capaz de tratar 2.500 litros de agua por segundo; la puesta en marcha de la segunda conducción a finales de la década de los 90 y la conducción Alcorlo/ETAP, inaugurada en el año 2017 y que es un auténtico colchón, un airbag de seguridad para tiempos de sequía.
Un ramillete de proyectos importantes que han incidido en la mejora de la prestación de un servicio público que sabemos esencial y que forman parte de una exposición que lleva por título “Sorbe, agua y vida (1970/2020)”, que muestra cómo empezamos, cómo hemos ido superándonos y cómo estamos perfectamente preparados para el futuro.
Pero la Mancomunidad de Aguas del Sorbe es algo más que una tubería que posibilita la cohesión entre municipios y que presta un servicio moderno y de calidad en la distribución del agua. Otro de los logros de la MAS en estos años ha sido reducir el número de fugas mediante inversiones en las redes de conducción. Sabemos, porque somos gestores municipales, que el agua es escasa y que no nos sobra ni una gota. Por eso se ha invertido mucho y bien en la reparación de averías y en la modernización de conducciones, tanto en el trazado exclusivo de la MAS, como dentro de cada uno de los municipios.
Un esfuerzo conjunto de Ayuntamientos y Mancomunidad para cuidar con mimo uno de nuestros bienes más preciados. Y por eso, tampoco hemos escatimado esfuerzos en concienciar a los ciudadanos, mediante campañas publicitarias y formativas, en la práctica diaria del consumo responsable. El convencimiento de que la gota que ahorremos hoy es una gota de agua que podremos usar mañana, la resumió Agapito García, representante de los trabajadores de la MAS, al lanzar un mensaje sincero de concienciación a todos los vecinos de los municipios mancomunados. Una frase que hago mía: “Si compramos un litro de agua embotellada en una tienda nos cuesta 40 céntimos, como mínimo. Con ese dinero salen por el grifo 2.000 litros de agua de igual calidad… Ahora bien, no hay que malgastarla porque sea barata, el agua es vida”. Hoy celebramos 50 años, y algo más, de vida de esta mancomunidad y estamos preparados para que nuestros sucesores puedan celebrar el centenario.
José García Salinas. Presidente de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe