Solo la soberbia de Sánchez le impide aceptar la mano tendida y las soluciones de Pablo Casado para aprobar una ley de pandemias que servirá para afrontar la COVID de una forma coordinada y segura. Pedro Sánchez prefiere eludir responsabilidades y escudarse en las comunidades autónomas para intentar no responder ante nadie de sus fracasos. Lo que hace el Gobierno socialcomunista no es cogobernanza sino irresponsabilidad.
Los socialistas hablan de cogobernanza a la hora de tomar decisiones compartidas, cuando se niegan sistemáticamente a aplicar una ley de pandemias que facilite la cogobernanza y la toma de decisiones de las comunidades autónomas de forma eficaz, pero también legal y respetuosa con las garantías constitucionales.
Nadie entiende que no tengamos una ley de pandemias. Casado lleva más de año y medio reclamando esta ley, plan jurídico alternativo, una legislación ordinaria que ayude a la gestión de la pandemia y a salvar vidas. Que dé certidumbre. Queremos que las comunidades autónomas tengan un soporte legal y útil y eficaz. Es necesario tener garantías jurídicas y poder trabajar todos de forma conjunta para acabar con la pandemia.
Es preciso evitar el caos legislativo y judicial con 17 comunidades autónomas aplicando medidas distintas. Urge dotar de un marco jurídico que dé amparo a todas las administraciones para hacer frente no solo a la COVID-19, sino a cualquier crisis epidémica o sanitaria que pueda surgir.
Es importante estar dotados de una legislación ordinaria para no tener que recurrir al estado de alarma cuando no es necesario. El plan jurídico del PP es un marco legal para evitar conflictos y ser más eficientes. Esto sí que es cogobernanza.
El Gobierno de Sánchez dedica más tiempo a defenderse de su pésima imagen por su nefasta gestión que a proteger sanitariamente a los ciudadanos. Un Gobierno exclusivamente dedicado a la mentira y a la propaganda.
En estos momentos, Moncloa es el epicentro del caos, el Gobierno de Sánchez es un cóctel explosivo, de errores, improvisación e insensatez, de arrogancia, mentiras e incompetencia. Un Gobierno adolescente e infantiloide. Un Gobierno que blanquea y normaliza lo intolerable. Un Gobierno de mucho postureo, de mucho esfuerzo para el relato y nada de gestión. Un relato para resistir haciendo trilerismo político. El Gobierno de la ineptocracia. Un Gobierno al que le falta realismo y le sobra tactismo. Un Gobierno que se dedica a externalizar sus culpas y a mutualizar sus responsabilidades y fracasos.
Sánchez, cuando tiene un problema que no sabe cómo solucionar, acude de forma mezquina a la cogobernanza, con el único fin de echarle la culpa a otros, en este caso a las comunidades autónomas y él se lava las manos como Pilatos. Hay una irresponsable dejación de funciones de este Gobierno. Un Gobierno que no ha asumido ninguna responsabilidad política por los dos Estados de alarma inconstitucionales.
Pedro Sánchez es un mal presidente que negó los riesgos de la COVID en febrero de 2020, que un mes después permitió las manifestaciones del 8M, posteriormente nos mintió con el inexistente comité de expertos, qué fracasó con su mando único a la hora de adquirir material sanitario, un Gobierno que cerró el portal de transparencia, un Gobierno con dramáticas cifras de fallecimientos y sanitarios contagiados de COVID. Un Gobierno inútil, frívolo e irresponsable.
Pedro Sánchez es el responsable de la nefasta gestión sanitaria y económica. The Economist certifica que la economía española fue la peor gestionada durante la pandemia. Es un Gobierno soberbio y prepotente, cuyo único y último fin es su permanencia en el poder. Y esa soberbia y prepotencia es la que le hace a Pedro Sánchez no aceptar la ley de pandemias, sólo porque la ha propuesto el Partido Popular.
Una necesaria ley de pandemias de refuerzo, coordinación y agilización del sistema sanitario en situaciones de emergencia sanitaria. Una ley para reforzar la igualdad, la calidad y una mayor y mejor homogenización y eficacia en la toma de decisiones que se tengan que adoptar. Una ley que dé certidumbre y seguridad a las comunidades autónomas y al resto de administraciones. Un marco legal práctico y ágil con plenas garantías constitucionales.
Es de justicia poner en valor el gran trabajo de los sanitarios, la grandeza de la sociedad civil española, de administraciones como las comunidades autónomas y ayuntamientos. Porque, señores socialistas, el éxito de las vacunas es de las comunidades autónomas y los sanitarios que son los que las han puesto. Pedro Sánchez lo único que hizo fue hacerse una foto y poner una pegatina para colgarse una medalla que no le corresponde. Un Gobierno dedicado sólo a la propaganda, el Gobierno más tóxico, para el momento más dramático.
Con más de 120.000 españoles muertos por la COVID, a día de hoy con más de 150.000 contagios y 100 muertos diarios, es hora de coger la mano tendida del PP que le ofrece una ley de pandemias para ayudar a salvar vidas y recuperar económicamente a España.
Pablo Casado hace política propositiva y constructiva, con propuestas en positivo como la ley de pandemias. Casado no se resigna, quiere imaginar una España mejor, que se levante, que mire al futuro. Una España con esperanza y soluciones. Y lo hacemos con templanza y coraje, con la responsabilidad y la generosidad de mirar por el bien general de España. Por eso le seguimos ofreciendo al gobierno la mano tendida para una ley de pandemias que unifique criterios y haga más eficaz la respuesta contra la COVID.
Vicente Tirado Ochoa es diputado nacional del PP por Toledo.