El sector agropecuario español (agricultura, ganadería, caza, bosques, e industrias agropecuaria y agroalimentaria…) o, como comúnmente se llama a su conjunto, “el campo”, no es algo del pasado y que en una sociedad tan predominantemente urbana y desarrollada como la nuestra es un sector en fase de extinción, que afecta a unas pocas personas -las que viven en los pueblos- y, si nos descuidamos, considerado como un sector “llorón”, que siempre se está quejando.
Esta visión del campo tan generalizada como irreal y falsa queda contrarrestada con la toma en consideración de algunos datos que, como todos los datos, son evidentes: representa el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) nacional; genera casi 3 millones de empleos y en el caso de la provincia de Ciudad Real afecta al 7,8% de la población activa; su Valor Añadido Bruto alcanza los 100 mil millones de euros; y afecta a unos 25 millones de hectáreas del conjunto territorial español (el 36,7 % está ocupadas por bosques; el 28% ciento por tierras de cultivo; el 16,4% por matorral y suelo desnudo; el 13,9% por pastizales y el 5% restante por superficies edificadas, carreteras o ferrocarriles).
Por si esta significación interna nacional fuese poco resulta que supone casi un 15% de la superficie agrícola de la Unión Europea (UE) y nuestra ganadería ocupa: el segundo lugar en ganado porcino (23 millones de cabezas), el tercero en bovino (18 millones de cabezas) y el sexto en ovino con 6 millones de cabezas.
Dentro del sector agrícola, el subsector de frutas y hortalizas ha consolidado su posición de primer subsector agrario en España aportando 13.000 millones de euros, que suponen el 51% de la Producción Vegetal y el 30% de la Producción de la Rama Agraria, lo que hace que España represente el 25% de la producción comunitaria en este sector y sea el segundo país productor de la UE por detrás de Italia y como sexto país productor a nivel mundial. Añade a esta importancia el hecho de que la mitad de su producción se destina a la exportación lo que lo convierte en el primer exportador de la UE y uno de los tres primeros a nivel mundial (después de China y Estados Unidos)
Otro sector agrícola destacado es el del aceite de oliva, con una participación del 10% en la Producción Vegetal y el 6% en la Producción de la Rama Agraria. El valor de la producción se sitúa en 2.500 millones de euros y las producciones en este sector han aumentado un 66% con respecto a la media del periodo 1990-2000, pasando de apenas 700.000 ha a en torno a 1.200.000 t, con un importante crecimiento de los rendimientos. España, con el 63% de la producción comunitaria y el 43% de la producción mundial, es el primer productor de aceite de oliva en la UE y en el mundo.
El sector del vino aporta el 4% de la Producción Vegetal y el 2,3% de la Producción de la Rama Agraria. La producción media en las cinco últimas campañas es de 42,2 millones de hl. España es el tercer productor de vino en la UE, y el tercer productor a nivel mundial, tras Italia y Francia, siendo el principal país del mundo en superficie de viñedo. La balanza comercial en este sector también es positiva ocupando el tercer lugar en exportación en la UE y a nivel mundial sólo por detrás de Francia e Italia.
Dentro de los sectores ganaderos, el sector porcino es el más importante de nuestra ganadería aportando un 14% de la Producción de la Rama Agraria y un 37% de la Producción Ganadera. Representa el 16% de la producción comunitaria y España es el segundo productor europeo por detrás de Alemania y el tercer exportador de la UE tras Alemania y Dinamarca.
Como es obvio, estos valores referidos al ámbito nacional, tiene sus diferencias y peculiaridades en cada una de nuestras Comunidades Autónomas dándose una profunda diferencia tanto en su proporción de aportación económica al conjunto nacional, como a ocupación de personas, pero esas diferencias permiten variedad que es, sin duda, un valor añadido.
Junto al interés económico de la agricultura hay que resaltar que este sector debe ser considerado como un sector estratégico tanto de nuestra economía como de nuestra seguridad nacional: un país no puede ni debe depender para su alimentación de las importaciones que haga de los demás, sino que debe ser, o intentar ser, autosuficiente para casos de crisis y no depender de las importaciones que pueda hacer de otros países, porque entonces se hace extremadamente vulnerable. Recuérdese al respecto el papel tan importante que la agricultura ha desempeñado durante la pandemia abasteciendo de alimentos al conjunto de la población confinada, o ahora los posibles desabastecimientos que pudieran derivarse de la guerra de Ucrania.
Sin agricultura no cabe hablar de solución para la España Rural, mal llamada vacía –vaciada-, ni de mantener el sistema ecológico: ¿Cómo vamos a atraer población a las zonas despobladas en las que no quede ninguna actividad agraria? ¿Alguien imagina a nuestros pueblos sin agricultores, sin ganaderos y sin cazadores? Y ¿qué diremos de la conservación del medio ambiente si los campos no se cultivan, los montes no se aprovechan y cuidan y todo queda como un erial?
Es así como podemos afirmar que el sector agrario en España es un sector estratégico con gran importancia económica, social, territorial y medioambiental y que, además, es uno de los más pujantes de la economía española pues, entre otras cosas, la industria agroalimentaria es el primer sector industrial del país. A esto hay que unir la gran diversidad y calidad de nuestras producciones agrarias, el alto nivel de nuestros sistemas de protección de sanidad animal y vegetal y el grado de tecnificación de nuestras explotaciones agrícolas y ganaderas.
Ante esta realidad de significación que el mundo agropecuario tiene en la económica en España, cabe preguntarse ¿Cómo es posible que las personas que viven en él y de él tengan tantos problemas económicos? ¿qué es lo que está pasando para que, en un sector productivo rentable, el que lo produce, no puedan vivir de él las personas que lo trabajan? ¿Cuál es el papel de la agricultura en la cadena alimenticia? ¿es que acaso la ayuda europea (PAC) no es suficiente para compensar la rentabilidad del campo? Es más que necesaria la manifestación del próximo domingo día 20 de marzo en Madrid cuyo objetivo es defender la agricultura, la ganadería, la caza, nuestro campo, su cultura y tradiciones como la tauromaquia.
Juan Antonio Callejas Cano. Diputado nacional por Ciudad Real. Portavoz del Partido Popular en la provincia de Ciudad Real