En esta semana hemos aprobado por unanimidad en el Pleno del Ayuntamiento de Sevilleja de la Jara (Toledo) la presentación de subvención para el proyecto de mejora del abastecimiento hidráulico a fondos LEADER. Ya se ha presentado en varias ocasiones al Grupo de Desarrollo ADC-Tierras de Talavera que gestiona estos fondos en el período 2014-2020 y siempre se ha quedado a las puertas y con resultado negativo porque existe una directriz de priorizar proyectos sociales que no engloban ni terminan de materializarse en la mejora de estas infraestructuras básicas.
Para nuestros pequeños pueblos, que se encuentran en zonas que se desangran demográficamente, sin jóvenes, con una población envejecida, con escasa capacidad económica y recursos limitados, ¿acaso no es una necesidad social el hecho de garantizar el abastecimiento y acceso al agua? Sin agua no hay vida y tan necesario es disponer de ella como mejorar las infraestructuras que la canalizan, que se encuentran obsoletas y que necesitan de inversiones.
Para frenar la despoblación, generar desarrollo y atraer personas, también es necesario que el agua sea tratada como el bien básico y esencial que es y eso implica dotar a los pueblos de fondos para la reconstrucción de canalizaciones, solucionando así las continuas averías de tuberías que revientan en invierno por las heladas o en verano por la dilatación y eliminando con ello las fugas de un bien escaso y necesario para todos. Quienes tenemos un pueblo, sabemos lo que es ver correr regueros a borbotones por las calles, ver sus calles levantadas y sufrir los cortes de agua que no facilitan la vida diaria de las personas, muchas de ellas de avanzada edad.
Esto no es un problema solo de Sevilleja de la Jara y sí lo es de toda la región y de todo el país; sería más práctico y social que el Gobierno Regional en coordinación con el Gobierno de España utilizara los Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia para las necesidades primarias vinculadas al Reto Demográfico y abordaran un Plan Coordinado de Reconstrucción de las Infraestructuras del Agua y con ello consiguieran garantizar el abastecimiento de agua de todos los pueblos pequeños, sin excepción, de las zonas con escasa población. Con ello además generarían empleo para nuestros jóvenes. Eso sí que sería una buena política para frenar la despoblación, eso sí que sería una buena política de recursos hídricos, eso sí que sería una buena política social. Lo esperamos como “Agua de Mayo”.
Yolanda Martínez Urbina. Coordinadora de Reto Demográfico de AFAMMER – Presidenta de Pueblos Proactivos