Este dos de julio los hombres y mujeres de las cooperativas de todo el mundo se han unido para celebrar el X Aniversario del día Internacional de las Cooperativas declarado por Naciones Unidas en el año 2012 bajo el lema, “las cooperativas construyen un mundo mejor”.
Una fecha institucional que celebramos el primer sábado del mes de julio y que sirve para conmemorar la importancia que las cooperativas juegan en el desarrollo económico; en el cambio climático y en la seguridad alimentaria.
Me gustaría destacar el importante papel que las cooperativas juegan en el desarrollo de las zonas rurales y la escasa presencia femenina tanto en el número total de socios; en los puestos de trabajo directos; en las juntas rectoras así como a la hora de presidirlas.
Aunque es de justicia reconocer que cada vez más mujeres se asocian para montar una cooperativa y que el número de socias ha ido aumentando, los datos reflejan que todavía existe una gran brecha de género en el cooperativismo agrario.
En este sentido, es importante destacar que en España hay 3669 cooperativas agroalimentarias con una facturación superior a los 30.500 millones de euros. Así mismo, si miramos a los consejos rectores de estas casi 4.000 cooperativas, observamos que tan solo 107 están presididas por mujeres.
Por otra parte, del más del millón de socios que conforman las cooperativas agrarias, tan solo 264.168 son mujeres. Y tan solo ocupan 41.764 del total de 111.500 empleos directos que generan las cooperativas agroalimentarias.
Apostar por las cooperativas es apostar por el futuro de nuestros pueblos, pero el futuro de estas cooperativas no estará asegurado hasta que no exista una presencia equilibrada de socias, empleadas, miembros de la junta directiva, etc.
Por ello en este día internacional de las cooperativas para alzar la voz y decir que si las cooperativas construyen un mundo mejor, no habrá futuro para ellas si no contamos con las mujeres.
Una máxima que llevamos más de 40 años defendiendo desde AFAMMER, y no solo con palabras, también con hechos a través de la formación y la sensibilización de toda la sociedad rural española.
Seguiremos trabajando para pedir que se produzca un cambio de mentalidad, y acabar con el pensamiento todavía imperante en algunos sectores de la sociedad que todavía hoy consideran que una mujer no está capacitada para ser presidenta o miembro del Consejo Rector de una cooperativa “que toda la vida ha estado gestionada por hombres”.
Finalizo pidiendo que sigamos rompiendo las desigualdades, pues el avance de las cooperativas no puede entenderse sin las mujeres.
¡Sigamos impulsando a las líderes de la sociedad rural!
Carmen Quintanilla Barba. Presidenta nacional de AFAMMER Parlamentaria Honoraria del Consejo de Europa