¿De verdad, programación y robótica?
Con la escuela pública bajo mínimos en cuanto a obligaciones, ratios, horarios, dotaciones y número de docentes. Con unos currículos bajo mínimos también; contrariamente a los suspensos, que pueden ser máximos, y que en su mayoría ni siquiera se han publicado. Con decenas de borradores sin publicar y que deben o debieran haber estado publicados antes de la finalización de este curso escolar, reales decretos varios, de especialidades, de la integración de la FP en secundaria, requisitos mínimos de los centros y un largo etcétera. Sin conocimiento real de las familias y alumnado a las matriculaciones de las nuevas enseñanzas, ¿lo único que se ha debatido en este debate de la Nación, respecto a Educación, es el anuncio improbable, extemporáneo y de difícil encaje actualmente, de incluir la programación y la robótica en todas las etapas? Pero ¿estamos tontos o estamos tontos?
Y no es con ánimo ni de insultar ni de desacreditar ni de hacerme paladín de ninguna bandera, es que, repito, hay muchos compañeros que han y están trabajando en los currículos que en tiempo récord les han pedido conformar para cumplir unos plazos ya de por sí casi imposibles. Pero con la dedicación y vocación de nuestros docentes se han cumplido, mientras se han sacado de la chistera, y de un día para otro, sin aviso y sin anestesia, como aquellos que ya habían pagado sus billetes en RENFE de ida y vuelta, o las negociaciones y diálogos rotos con la CEOE, autónomos, Pymes, mayoristas, y un largo etcétera, se han saltado la consulta. Porque eso sí, presumimos de diálogo, pero siempre y cuando las encuestas nos favorezcan; en caso contrario,” la vietnamita” de toda la vida y anuncios populistas de folletines de tres al cuarto.
Oiga, pues no. Nuestra educación no necesita de miles de millones en pizarras digitales, Tablet o tarjetas de conexión, que ayudan, no digo que no, pero antes está el pan del día a día y luego el caviar iraní, que no ruso. Nuestra Educación necesita de más docentes para menos alumnado, lo primero, pero no ya por nosotros, los docentes, por ellos, porque es imposible con las exigencias actuales hacer un seguimiento personalizado a veinticinco, treinta o treinta y cinco alumnos. Porque nuestros docentes no están cansados, estamos subyugados a unas demandas tanto gubernamentales, como administrativas, sociales y familiares que no se corresponden ni con nuestro horario laboral ni con nuestra dedicación.
Porque con los problemas graves y urgentes que está sufriendo la escuela pública, sus docentes y alumnado, anunciar sólo para Educación lo de instaurar programación y robótica es una medida que puede usted tranquilamente meterla, donde docentes y familias deseen ubicársela. Pero antes, para los docentes, está nuestro estatuto docente, carrera profesional, reconocimiento social, laboral y económico, entre otros y otras, o simplemente de lo que presumen, diálogo, dialogar con nosotros, los profesionales de la educación, que no lo han hecho. Y para las familias, una buena coordinación entre cuatro y cinco de sus Ministerios, aunque lo primero sería “llenar la nevera” de sus ciudadanos, que por cierto, es lo primero para que nuestros alumnos aprendan y pasen de curso, sin necesidad de suspender y pasar de curso.