El mestizaje es y ha sido clásicamente una de las formas de adaptación, un motor importante de la EVOLUCIÓN. Lo mismo que la DIVERSIDAD dentro de la sociedad la enriquece, y la convierte en una sociedad más activa, vital, resistente y creativa.
Durante las primeras migraciones del H. sapiens (africano) a Eurasia hace 70.000 años este homínido pudo adaptarse con más facilidad a la climatología mucho más fría y a los patógenos de este nuevo continente gracias al mestizaje (mejor que hibridación) con los homínidos allí presentes. Por tanto, fue muy beneficioso para nosotros.
El estudio de la genética de poblaciones ha demostrado que somos una larga historia de mestizajes. Cada uno de nosotros es un mosaico compuesto a partir de los genomas de todos nuestros ancestros.
La realidad genética demuestra que no existe el linaje puro. No tiene sentido hablar del concepto de raza si nos referimos a los seres humanos, a diferencia de lo que sucede con los animales.
No tiene sentido desde un punto de vista biológico ni científico, porque una raza es un grupo de individuos que son prácticamente iguales entre ellos genéticamente y muy distintos a otra raza. Esto sucede con los perros: los caniches son muy iguales entre ellos genéticamente y muy diferentes a un pastor alemán, por ejemplo. Pero en el caso de los humanos es completamente distinta; dentro de cada grupo o raza los individuos son muy diferentes entre ellos. Y las diferencias genéticas entre individuos de diferentes razas son mínimas. Por tanto desde un punto de vista científico y genético las razas en nuestra especie no existen (las diferencias genéticas son mínimas a diferencia de los que sucede con los animales).
Las razas y sobre todo el racismo no son más que una construcción cultural; y debemos recordarlo para evitar odios y discriminaciones.
Curiosamente los únicos grupos que serían auténticamente H. sapiens (puros) serían los de origen africano, al no tener en su genoma trazas de homínidos arcaicos; el resto de los sapiens (europeos y asiáticos) tenemos entre un 1 a 5% de genoma arcaico (neandertal y denisovano).
Reflexiones de una noche de octubre de 2022.
Jesús Romero. Toledo