Los toledanos y las toledanas nos levantamos en este día con la emoción, la ilusión y la alegría de disfrutar un año más de la Romería del Valle, la más popular de cuantas celebramos en Toledo con la llegada de la primavera.
En esta bella jornada, niños, niñas, padres, amigos y familias enteras nos reencontramos en la ermita, subiendo a la Piedra del Rey Moro o en los tradicionales puestos que animan toda la Ronda del Valle, renovando con ello una ancestral tradición. Tocar la campana, comprar tostones, cruzar la Barca de Pasaje o jugar a las quínolas son costumbres que repetimos en este día, como hicieran también los toledanos de antes a lo largo de los 350 años con que cuenta esta romería.
La Romería del Valle es un evento que refleja la profunda religiosidad y la rica historia de Toledo, pero también es una muestra de la unión y el espíritu comunitario que caracteriza a nuestra ciudad. Por ello, como alcaldesa, me enorgullece el compromiso y la participación de los ciudadanos en esta celebración y seguiré trabajando para fomentar y proteger las tradiciones y costumbres que hacen de Toledo una ciudad única y con una proyección universal.
Somos los toledanos y las toledanas los que mantenemos vivas estas tradiciones, pero es de justicia reconocer el esfuerzo, el empeño, el cuidado y el cariño que realizan cada año los miembros de la Cofradía de la Virgen del Valle, custodios de estos ritos seculares, para que todos disfrutemos del esplendor de esta fiesta.
Una festividad y un paisaje unido al Tajo, maltrecho por el trasvase y la deficiente depuración aguas arriba de Toledo. Junto a ello, los rigores del calor que hemos sufrido en estos días deben alertarnos sobre el cambio en el paradigma del clima que estamos sufriendo a consecuencia de la contaminación y la sobreexplotación de nuestros recursos naturales y que sitúan a nuestro río en una situación límite.
Por eso, un año más aprovechamos este día de fiesta para reivindicar de manera urgente un río con más caudal y de más calidad, con la esperanza y la exigencia siempre puestas en recuperar para las generaciones actuales y futuras la imagen de los toledanos y de las toledanas disfrutando de un Tajo limpio.
Histórico y reivindicativo es también este Primero de Mayo, en el que las calles sirven de amplificador de las demandas sindicales para avanzar en una redistribución más justa de la riqueza, el respeto a los derechos de los trabajadores y de las trabajadoras y la igualdad de oportunidades.
Tradición y reivindicación se unen en este Día del Valle conformando una jornada singular de comunión y de pertenencia a esta gran ciudad que todos amamos. Un día para sentirse orgullosos de ser toledanos.
¡Viva la Virgen del Valle!
¡Viva el Primero de Mayo!
Milagros Tolón Jaime. Alcaldesa de Toledo