Hemos recuperado recientemente la historia del alcazareño Isidoro Panduro, nacido en Alcázar de San Juan el 7 de abril de 1787, tercer hijo del matrimonio formado por Agustín Díaz Panduro y Ana Dorotea Jiménez Jimeno, bautizado en la iglesia parroquial de Santa Quiteria el 9 de abril. Con 18 años de edad, tras quedarse huérfano y trabajar algún tiempo en la salitrería de su tío Pedro Díaz Panduro, abandonó su Alcázar de San Juan natal y se alistó como voluntario en el ejercito, siendo destinado al Regimiento Almansa, 3º de Dragones, que en 1807, formando parte de la División del Norte que mandaba el Tercer Marqués de la Romana, fue enviado a Dinamarca para unirse a las fuerzas napoleónicas del Mariscal Jean-Baptiste Bernadotte allí estacionadas.
La fractura de su pierna izquierda en un desgraciado accidente le impidió incorporarse a tiempo a su regimiento en la isla de Langeland, al sur de Fionia, y embarcar, junto al grueso de la División del Norte, en los buques de la armada inglesa que les llevaron de vuelta a España con tiempo suficiente para incorporarse a la guerra contra el ejército francés.
Isidoro quedó aislado en Kerteminde, en la isla de Fionia, y una vez recuperado de su accidente, casi un año más tarde del regreso de las tropas, realizó un intento de volver a España junto con otro oficial español, pero este intento se malogró e Isidoro tomó entonces la decisión de quedarse definitivamente en Dinamarca.
Pero esta decisión no hubiese tenido éxito sin la ayuda que le brindaron dos militares daneses: el general Frederik Caspar Conrad Frieboe, entonces teniente coronel jefe de la ciudad de Kerteminde, y el también militar, coronel Hans Rudolph Juel, terrateniente en la aldea de Hverringe, cercana a Kerteminde.
Fue en 1809, cuando el primero de ellos, siendo teniente coronel y máximo responsable militar de la zona, ante la desesperanza de Isidoro por no haber fructificado su regreso a España, y en un gesto que le honra como militar, le entregó una carta de recomendación para que pudiera obtener un empleo en la finca Hverringe Gods, propiedad del segundo de ellos.
Frederik Caspar Conrad Frieboe, húsar danés, nació el 7 de marzo de 1767 en Køge, hijo del oficial Christian Wildenradt Frieboe, comenzó su carrera militar como voluntario en la Guardia Real a Caballo y en 1783 se convirtió en segundo teniente en el Regimiento Ryttere noruego, pero regresó a la Guardia Real en 1788, donde fue nombrado maestro de equitación.
El favor del príncipe
Pronto se ganó el favor especial del príncipe heredero y perteneció al pequeño grupo de jóvenes liderados por Frantz Bülow, quienes comenzaron sirviendo como ayudantes del príncipe durante los ejercicios militares y luego lo rodearon constantemente en su llamado cuartel general, formando su núcleo asesor.
Frieboe, que fue nombrado à la suite en el regimiento de húsares en 1800, se convirtió en mayor en el año 1803, teniente coronel y ayudante general en el Estado Mayor en 1808, coronel en 1810 y en ese mismo año chambelán. En 1813 dimitió del Estado Mayor y tomó el mando del Regimiento de Húsares, cargo que ocupó hasta su marcha.
En 1817 se convirtió en general de división y en 1836 en teniente general. En 1828 fue condecorado con la Gran Cruz de Dannebrog.
El general Frieboe se casó en 1795 con Gjertrud Cathrine Bodenhoff, hija del empresario Andreas Bodenhoff, de quien recibiólafincaVildnisset, en Kongens Lyngby, hacienda que después de su muerte recibió su nombre: Frieboeshvile. Murió en Copenhague el 14 de marzo de 1846 y fue enterrado en el jardín de la finca, junto a su esposa y dos de sus descendientes.
Cuando Isidoro Panduro llegó a Hverringe Gods fue recibido por el dueño de la hacienda, el chambelán Hans Rudolph Juel, segundo y más importante de sus benefactores, quien no sólo lo recibió amablemente, sino que lo contrató a su servicio dándole alojamiento y trabajo en sus establos, y más tarde convirtiéndolo en uno de sus más cercanos ayudantes.
Hans Rudolph Juel, bautizado el 13 de agosto de 1773 en Copenhague, era también militar y un importante terrateniente de la isla de Fionia; hijo de Gregers Christian Juel y Amalie Christiane Raben, heredó Hverringe Gods en 1779 y Juelsberg en 1847.
El 13 de abril de1792 se casó en Rynkeby con Kirke Maren Berg, hija del consejero de Justicia Hans Mogensen Berg de Skovsbo y Olave Marie. El 9 dejunio de 1814 el matrimonio se separó.
Antes de la llegada de Isidoro Panduro a la hacienda Hverringe, y en el transcurso de las guerras napoleónicas, Juel había estado al mando de un cuerpo de cazadores de caballería que, el 19 de mayo de 1809, había expulsado a los ingleses de la isla de Romsø, perteneciente a Hverringe. En esta acción militar los soldados de caballería daneses capturaron a unos cien soldados ingleses que fueron trasladados a Kerteminde; Juel recibió por ello la Cruz de Caballero. La carrera militar de Juel se redujo a dos años de servicio en el Regimiento de Hest, aunque estuvo formalmente comprometido con el ejército hasta su retiro como coronel en 1842.
Exquisito trato
Hans Rudolph Juel, buen administrador de su hacienda y una excelente persona, se caracterizó por el exquisito trato que dispensaba a sus trabajadores y especialmente por la deferencia mostrada hacía a nuestro paisano Isidoro Panduro, a quien consideraba como un amigo. A finales de 1838, Isidoro sufrió un corte en la mano derecha con un gancho mientras pesaba lúpulo y la herida se le infectó, la infección empeoró y cuando un médico la trató, había perdido el uso de su mano. A consecuencia de esta lesión el Sr. Juel le concedió una pensión completa.
El chambelán Hans Rudolph Juel fallecido el 17 de marzo de 1857 en Hverringe y está enterrado en la iglesia de la cercana población de Viby, en una capilla funeraria que él mismo hizo construir en 1819. En el cementerio de esta iglesia, cerca de su gran benefactor, también está enterrado Isidoro Panduro que falleció dos años más tarde, el 23 de junio de 1859, aunque la actual ubicación de su tumba se desconoce tras la renovación que sufrió el cementerio.
La hermosa y señorial mansión Hverringe Gods, en la que residió y trabajó Isidoro Panduro por espacio de cincuenta años, desde su llegada en 1809 con 22 años de edad, hasta su muerte en 1859 con 72 años, fue construida por Hans Rudolph Juel alrededor de 1790. La finca sigue siendo propiedad de la familia Juel-Reventlow y actualmente funciona como una moderna explotación agroindustrial especializada en la producción de semillas para pasto.
Gracias a la ayuda prestada por estos dos grandes personajes daneses, el alcazareño Isidoro Panduro pudo rehacer su vida en Dinamarca después del accidente que le impidió regresar con su regimiento a España, casarse y formar una gran familia cuyos descendientes han sabido mantener vivo el recuerdo de su fundador.
Juan Miguel Ruiz de Morillas
Constantino López Sánchez-Tinajero
Manuel Rubio Morano
Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan