Mira qué bien. Juanma Moreno Bonilla se ha llevado a Emiliano García-Page a la Feria de Abril y se han dado juntitos un baño sevillano de popularidad que ya quisiera Pedro Sánchez, nuestro hombre en el Falcón. Presidentes autonómicos de partidos rivales que se llevan bien y se respetan y entienden, la preciosa Sevilla por medio. Page llega donde no puede alcanzar el sanchismo: tender puentes en lugar de levantar muros. Concordia frente a división, escuchar en lugar de pegar portazos, toda una lección del presidente de Castilla-La Mancha que Sánchez se lleva todos los días pero que parece incapaz de aprender. Hay murallas físicas, ideológicas e intelectuales imposibles de superar.
El caso es que parece una evidencia el subidón de reconocimiento popular que Page ha experimentado desde que se volvió antisanchista contumaz y arrea todos los desayunos al separatismo con avisos a la Moncloa, que es un gusto escucharle levantar zascas con el sol del amanecer. Esto no me lo va a reconocer Paco Núñez, presidente regional del PP, pero Page se da un atracón de selfies en cualquier punto de España al que vaya y es el hombre de moda en televisiones, foros y encuentros mediáticos, a punto siempre de dar titulares para las alcachofas más exigentes. Un crack de lo suyo en un gran momento de madurez: le veo tranquilo, sereno, no sé si esperando el plato frío de su momento o mirando el paisaje desde la altura que da tener la carrera hecha. O casi, que nunca se sabe.
El último ejemplo del seny de Page lo tuvimos esta martes en el Wake Up! de El Español, ese foro único y espectacular donde se hace la puesta a punto de los grandes asuntos de España bajo la batuta maestra de Pedro J. Ramírez. Allí Page, entrevistado por Esther Esteban, dejó su impronta y su nuevo peinado (modernazo se ha puesto el presidente) y lanzó a brillar el sentido común que viene exhibiendo contra independentismos y adláteres, con España y la Constitución como grandes banderas. No sé si la España de Page es la Tercera España de Ortega, pero es una obviedad que no es la España del PSOE actual, ¿todavía? su partido, y muchos menos la del sanchismo, que es el hermanastro pobre, desfigurado y sectario de la socialdemocracia que hizo la Transición.
O sea, una “socialdemocracia sin fanatismos” que considera “bastante indeseable” la situación española actual y entiende que, frente al independentismo “egoísta, reaccionario e insolidario”, hay que contraponer la igualdad, la unidad y la solidaridad. Un discurso lleno perlas en la conversación con Esther Esteban y un zasca monumental al compañero Sánchez: “Hoy confundimos estar en el gobierno con gobernar. Gobernar es sacar adelante tus objetivos. Estar en el gobierno es pura física”. Brillantísimo el líder castellano-manchego, que no sabemos si algún día lo será de más altas misiones. ¿Saltar a la política nacional?: “Yo lo que quiero es ser costalero, porque de Virgen tengo poco y tampoco quiero ser el Cristo crucificado”. Piensa tú ya lo que quieras: la M-30 se cruza en un rato, salvo atasco.
Por cierto, no se pierdan las crónicas estelares en nuestro periódico de dos grandes muchachos del periodismo de nueva generación: el “tenemos que hablar” de Daniel Ramírez y el “escudo antidrones” de Alberto Morlanes. Para leer, pensar, disfrutar y guardar con Page en la mirilla: una delicia de periodismo, literatura y sagacidad, con su chispa burbujeante de desparpajo y palabra bien dicha. Pasen y vean. Me cuentan, y cambio de tercio, que después de su intervención Page mantuvo encuentros con responsables de Microsoft y Oracle y que “las sensaciones son muy positivas”, con la idea puesta en “convertir a Castilla-La Mancha en líder de empresas tecnológicas de inteligencia artificial en España”. Tal vez eso sea mucho pedir, pero “Emiliano está hoy a gusto” (¿se puede estar de otra manera en un foro de El Español?) y aprovechó bien el día para brujulear y barrer para casa. Que así sea.
Total, que por la mañana había estado el presidente de Castilla-La Mancha con Susana Griso en “Espejo Público” de Antena 3 y el resultado fue un gran dato de audiencias: líder en su franja con un 14,9 por ciento, segundo mejor día del año, casi 2,2 millones de espectadores únicos y una subida al 15,2 por ciento durante la entrevista con Page, que se llevó el gato al agua y el tiznao a Sánchez: “Es dramático someterse a los que quieren disolver la soberanía nacional”. Puaj, qué vida esta y qué ganas de que haya elecciones. ¿Está o no está Page de moda? Que no se me olvide: me paso luego por el sobre a Ferraz.