A Milagros Tolón, la delegada de Pedro Sánchez en Castilla-La Mancha, le habrán pitado los oídos este sábado. Pitido, no pitada, aunque quien sabe si más adelante: tras el traviesillo “veremos” con el que jugueteó hace unos días con la idea de buscarle una alternativa a Emiliano García-Page al frente del PSOE castellano-manchego, el comité regional del partido ha venido a darle calabazas a Tolón. A su estilo, pero calabazas: Page es quien mejor representa a Castilla-La Mancha”. O sea.

Lógicamente, a Tolón ni la nombraron, claro, ni falta que hacía, pero el caso es que la vicesecretaria general de los socialistas de Castilla-La Mancha, la también eurodiputada Cristina Maestre, dejó la cuñita por si acaso, acordándose de la goleada de Page de hace un año en las elecciones autonómicas: “Si volvemos a preguntar, y lo hacen las encuestas, Page volvería a sacar una rotunda mayoría absoluta, todavía más incrementada”.

De manera que el rezongón “veremos” de Tolón, que tanto eco tuvo el otro día, se queda de momento aparcado y mirando al infinito, a ver si Sánchez termina de consultar esa bolita y se atreve a dar el paso de laminar, o intentarlo, a su único líder autonómico con mayoría absoluta. Casi el único que gana elecciones en el PSOE sanchista, porque Sánchez, que se sepa, no las gana. Ni una, de momento, con Alberto Núñez Feijóo enfrente.

Por ahora y por tanto, Page se queda y “no abandonará su compromiso para seguir avanzando por Castilla-La Mancha”: un aviso a navegantes de Maestre que muestra el firme apoyo del comité regional al presidente de la Junta de Comunidades y Pepito Grillo frente al sanchismo, Ferraz y la Moncloa. El cónclave socialista dejó claro este sábado que el PSOE de García-Page es un “partido regionalista” (ojo al dato) “que pone por encima los intereses de nuestra tierra”.

Por cierto, que no se me olvide, Felipe González cita a Page en la gran entrevista que este domingo le hace Ignacio Camacho en ABC. A propósito de la afirmación del presidente de Castilla-La Mancha de que la legislatura "es inviable", González viene a decir que, tal vez, Page ha sido un poco exagerado: "Yo no creo en palabras gruesas, hago más ironía, aunque Page es hombre que mide las cosas".

Pues eso, que nos vamos a otra cosa. Ha estado cerca de romperse el pacto de gobierno del PSOE con Cuenca Nos Une en el Ayuntamiento de la capital conquense, pero Page ha entrado al quite y lo ha evitado. No sé si in extremis, pero parece que la intervención del presidente regional el otro día para salvar el bipartito y mantener a Darío Dolz en la Alcaldía ha sido decisiva.

El bueno de Isidoro Gómez Cavero, líder de Cuenca Nos Une, amagó con saltar el pacto por los aires y dar la Alcaldía al PP, pero todo se ha quedado, por ahora, en ruido y furia, tras la promesa de Page de colaborar en la remodelación del centro de la ciudad y otros detallitos. La popular Beatriz Jiménez, que tal vez ya se veía de alcaldesa, tendrá que esperar otra ocasión y no fiarse mucho de lo que Gómez Cavero vaya susurrando. Por si acaso.