Fuese y no hubo nada. Muchas agallas, mucho telediario y mucho postureo previo, pero sin que nadie le tosa a Pedro Sánchez. Comité Federal a mayor gloria. Efectivamente, es el puto amo. Le resbalan las andanadas de los críticos, a los que ha ninguneado sin misericordia, y el chaparrón de Emiliano García-Page se quedó en una lluvia fina que ni quita ni pone rey. Ni siquiera fue un orbayo. Ni una escaramuza: si acaso una pesarosa picotada en la piel del elefante.
El Comité pasó, con toda su expectación y su griterío, y no fue más que un paseo militar del sanchismo que en el Congreso Federal del PSOE terminará de colonizar lo poco que le quede. Está en su esencia cesarista: Sánchez miró para otro lado y se pasó a los críticos por la patilla, así que el bueno de Page, con todo su arsenal de datos y de frases contra el cupo catalán, se volvió a Toledo con la pataleta, más triste que una tortilla francesa de la sección de congelados. Lo del "cupón independentista" fue su mejor hallazgo.
O sea, mohíno y melancólico, como habiendo perdido otra oportunidad. Meses, tal vez años, de clamar en el desierto le han dado al presidente de Castilla-La Mancha muchos titulares y una popularidad a prueba de mayorías absolutas, pero se supone que aquí estamos jugando ya en otra liga, con objetivos de Estado y no puramente personales, y toca mover ficha. De lo contrario, tal vez este Alien se lo coma a Page y empiece a verlo como un bocado apetecible en la próxima ronda de congresos autonómicos, donde serán discutidos muchos liderazgos y baronías.
Creo que escribí el otro día que Sánchez lo tiene complicado para mover la silla de Page al frente del PSOE de Castilla-La Mancha, y lo sigo pensando, pero cada tropiezo que se da en este salón de los pasos perdidos puede ser un metro de ventaja que se le cede al enemigo. Así que algo habrá que hacer, más allá de los posados: hasta el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, con el que tan ricamente bien se lleva, le ha dicho a Page este domingo en El Mundo que ponga las pilas a cargar: “Yo confío en las personas que hacen lo que dicen. Estoy convencido de que Page cree en lo que dice, pero no hace lo que dice”.
O sea, un zasca en toda regla que, me consta, le ha dado una alegría al presidente regional del PP, Paco Núñez, que viene diciendo esto mismo desde hace una eternidad. Su número dos, Carolina Agudo, ha escrito en Twitter que Page “no puede engañar a todo el mundo todo el tiempo”, una frase de refrito tal vez excesivamente exagerada, pero que indica el mismo sendero de Feijóo. Algo está cambiando en el PSOE y el Congreso Federal de Sevilla puede ser el punto de no retorno hacia no sé sabe que acantilados, aunque es una verdad contrastada que Page es un tipo astuto e inteligente que conocerá por dónde llevar ese hilo. Y si quiere o no librar esta batalla.
Él sabrá. Pero me malicio que a Sánchez se le caza con algo más que perdigones de fogueo. El sanchismo está debilitando y poniendo en riesgo la democracia parlamentaria en España, esto parece una evidencia, y sólo el PSOE puede frenar a día de hoy el disparate. A lo mejor ya toca decidir en qué lado del muro debe situarse cada quién. O tal vez sea que nada de esto va en serio y sólo se trata de un teatrillo. En fin, no sé.