Hoy se celebra el Día Internacional de la Igualdad Salarial con el objetivo de generar conciencia sobre la existencia de la desigualdad económica entre hombres y mujeres en todo el mundo.

A pesar de los avances legislativos y sociales y de la negación de su existencia por parte de la ultraderecha, la brecha salarial sigue siendo un desafío muy importante para nuestra sociedad, puesto que se estima que nosotras ganamos un 17 % menos que los hombres.

La desigualdad salarial no solo se refiere al mismo salario por realizar el mismo trabajo, abarca factores complejos y desigualdades estructurales que generan una diferencia significativa en los ingresos totales de las mujeres a lo largo de sus carreras profesionales.

Las mujeres, en un altísimo porcentaje, seguimos cargando con la responsabilidad de los cuidados familiares y, como consecuencia, optamos por la reducción de jornada, trabajos a tiempo parcial y, en muchos casos, la renuncia a nuestra carrera profesional, que implica la imposibilidad de igualar el salario con nuestros compañeros.

Esta desigualdad también está presente en los puestos de liderazgo y toma de decisiones, donde las mujeres, a pesar de la sobrada preparación para optar a estos puestos de alta dirección, encontramos un freno ante la imposibilidad de conciliar la vida familiar y laboral, la presión social o la falta de referentes.

Lograr la igualdad salarial es un hito importante para los derechos humanos y para la igualdad de género. Como sociedad, al igual que con el resto de desigualdades, tenemos la obligación de combatirla.

En España se han conseguido hitos importantes, como la Ley de Igualdad Retributiva de 2020, que ha permitido visibilizar las diferencias salariales, ha ayudado a corregir desigualdades y, sobre todo, ha dado visibilidad a la desigualdad de género en los salarios, lo que ha motivado a muchas organizaciones a revisar sus estructuras salariales y a adoptar medidas para garantizar que mujeres y hombres tengamos las mismas oportunidades de promoción.

Castilla-La Mancha es una región pionera y comprometida en políticas de igualdad y combativa con todo tipo de brechas.

El Gobierno regional ha ido implementado medidas que garantizan la igualdad de toda la población -como el impulso de planes de igualdad en empresas, que sirve como herramienta para garantizar la transparencia en las remuneraciones-, ha puesto en marcha incentivos empresariales que garanticen medidas que promocionen la igualdad de oportunidades y ha fomentado la sensibilización y formación para promover la igualdad de género en el ámbito laboral.

En estos momentos, el Gobierno de Castilla-La Mancha tiene en información pública la Ley de Igualdad Salarial, que volverá a poner a nuestra región a la vanguardia en la lucha contra la desigualdad reduciendo las diferencias salariales y avanzando en la tan necesaria corresponsabilidad.

Es precisamente ahí, en la corresponsabilidad, donde la nueva ley pondrá el acento, a través de políticas de estímulos, para que las labores de cuidados no lastren las carreras profesionales de las mujeres, que actualmente ocupamos el 92 % de las reducciones de jornada o el 87 % de las excedencias por estos motivos. Nacemos con los mismos derechos, pero según avanzamos en la vida nuestras mochilas van cogiendo más peso que las de nuestros compañeros los hombres y ello hace que en muchas ocasiones nos quedemos atrás o debamos renunciar.

El Gobierno de Emiliano García-Page, desde el más amplio consenso social, introducirá medidas en esta nueva Ley que nos ayude a equiparar los pesos de las mochilas de las mujeres y de los hombres.

Hoy 18 de septiembre, visibilizamos las desigualdades salariales y el compromiso de quienes trabajan incansablemente por la igualdad y la justicia social.

Charo García Saco es la portavoz de Igualdad del Grupo Socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha.