Hoy, 6 de diciembre, celebramos el 46 aniversario de la Constitución Española. Nuestra Carta Magna, uno de los mayores logros de nuestra democracia, ha supuesto el mayor periodo de estabilidad en España en toda su historia ya que a lo largo de sus más de cuatro décadas de vigencia ha sido un marco fundamental para la convivencia, el diálogo, la paz, y el desarrollo de nuestro país. Nos ha permitido crecer y evolucionar como sociedad, avanzando en derechos y libertades para todos los españoles, algo que resulta esencial para el desarrollo de una sociedad justa y equitativa.

Gracias a nuestra Constitución, y a todo el desarrollo normativo que emana de ella, los municipios como Albacete hemos ido ganando en competencias que nos han permitido ir mejorando los servicios que prestamos a los albaceteños como administración más cercana a los ciudadanos. De ello se encarga expresamente nuestra Constitución ya que dedica su artículo 140 a los ayuntamientos garantizando su autonomía y otorgando personalidad jurídica plena. Nos concede por tanto el estatus de entidades perfectamente constitucionales y democráticas, con una serie de funciones determinadas por la ley y una legitimidad refrendada por la Carta Magna.

La Constitución establece un marco de unidad y solidaridad entre las distintas regiones de España. La defensa de la Constitución no significa renunciar a la identidad regional, sino encontrar un equilibrio que respete y valore nuestras diferencias sin fracturar la unidad nacional. Y es que nuestra Constitución tiene un enorme valor como símbolo de unidad, de igualdad, de democracia y de derechos. Es el elemento aglutinador de la sociedad española porque nos hace iguales a todos vivamos donde vivamos, y no podemos consentir que se intente retorcer para fomentar desigualdades entre españoles en función de su lugar de residencia.

En los últimos años hemos sido testigos de una serie de retos y ataques que ponen en jaque los principios y valores que defiende nuestra Carta Magna. Estamos viendo cómo se fomenta la desigualdad entre españoles, se ataca la división de poderes o las altas instituciones del Estado, e incluso se desprecian los valores constitucionales.

Los albaceteños no nos podemos conformar con que se nos trate como ciudadanos de segunda, y por eso no podemos permanecer impasibles ante los intentos de no tratarnos como iguales a los nacidos en otros lugares de España. De ahí que queremos defender nuestra Constitución como elemento de desarrollo y prosperidad, por lo que debemos alzar nuestra voz para que no se convierta en papel mojado.

No podemos tolerar que se ponga en entredicho la igualdad entre todos los españoles, la unidad indisoluble de nuestro país, la solidaridad entre regiones o la separación de poderes. Nos encontramos en una época muy peligrosa en la que se cuestiona todo el orden constitucional, incluso en ocasiones por parte de quienes deben ser los máximos garantes de su defensa.

La defensa de la Constitución Española es una tarea que nos concierne a todos que debemos defender su plena vigencia y todos los valores que transmite.

Manuel Serrano López es alcalde de Albacete.