Presidente, siempre nos quedará el PP
Desde que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, hizo la propuesta al líder regional de Podemos, José García Molina, para que la formación morada entre en el Ejecutivo manchego con dos carteras a cambio de avalar los Presupuestos autonómicos, han sido muchas las voces que se han manifestado acerca de ese posible pacto. Uno de ellos ha sido el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, quien ha asegurado que el acuerdo para entrar en el Gobierno con el PSOE en Castilla-La Mancha es “el comienzo de una buena amistad”.
El político rememora el final de la película “Casablanca”, un descarado dialogo que interpretan bajo la niebla del aeropuerto marroquí el cínico y burlón capitán Louis Renault y el no menos deslenguado Rick Blaine, administrador del local nocturno “café de Rick”. La ocurrencia de Monedero sirve para definir un posible acuerdo entre PSOE y Podemos que todavía debe ser ratificado o rechazado por las bases de la formación presidida por Pablo Iglesias. No puede ser más adecuada la frase que Monedero ha elegido para ilustrar semejante acuerdo y reflejar cabalmente a sus principales protagonistas, dos actores con frase y exteriores de Castilla-La Mancha. Una deliciosa conservación entre Rick y el prefecto Renault, dos declarados insolentes escondidos bajo la máscara del cinismo y recelos permanentes, son ahora interpretados en los escenarios de esta tierra por los dos García de la política castellano manchega: Page y Molina. Dos actores consumados en la materia, estrategas de reconocida solvencia, recelosos en grado sumo y líderes de dos formaciones ahora fragmentadas.
Un pacto visto con respeto por distintos presidentes socialistas, aunque de difícil o imposible aplicación en sus respectivos territorios donde se limitan a acuerdos puntuales de legislatura, como ha venido ocurriendo hasta ahora en Castilla-La Mancha. Una confrontación permanente entre ambas formaciones por la disputa de un espacio político similar con los resultados de sobra conocidos.
Se abre ahora un nuevo periodo de incertidumbre en Castilla-La Mancha, otro más, a la espera de la decisión de las bases de Podemos. Una determinación a la que ya ha mostrado su rechazado el compañero de escaño y partido, David Llorente, y también adeptos por parte de algunos miembros directivos de la formación. Un proyecto de Presupuestos que no difiere “sustancialmente” de los anteriores, según el consejero de Hacienda Juan Alfonso Ruiz Molina, y que se espera, una vez remitidos a las Cortes de Castilla-La Mancha, reciba previsiblemente luz verde el próximo 31 de agosto.
Se presenta ahora un escenario tan sombrío como el del aeropuerto de Casablanca, con protagonistas tan cínicos y suspicaces como los del film de Michael Curtiz, y secundarios de ambos partidos tan confundidos como los que desfilaban por el café de Rick aunque, presidente Emiliano, siempre nos quedará el PP. Tócala otra vez, Sam.