Aunque no figure en candidatura alguna -tal vez a su pesar- el presidente de CECAM también aprovecha el púlpito institucional para hacer campaña, naturalmente, a favor de los empresarios de esta tierra. Ángel Nicolás ha venido con la lección bien aprendida tras ser recibido la pasada semana el Comité Ejecutivo de la CEOE por el Rey Felipe VI, y conocer de la patronal el último “Informe trimestral sobre la economía española”. Reclamaba Nicolás desde Illescas (Toledo) un acercamiento con los partidos políticos de la región para negociar problemas que afectan al sector ante las perspectivas preocupantes que se perciben sobre la economía. Muy especialmente, por las diferentes regulaciones que en materia de fiscalidad existen en las distintas comunidades autónomas con las que compiten los empresarios de Castilla-La Mancha.
Según la CEOE, la desaceleración percibida en la economía “será gradual y se prolongará a lo largo de este año y de 2020”, cuando se alcanzará un crecimiento del 1,8 por ciento. Ya en los últimos meses se han producido numerosos síntomas de esta desaceleración, y la situación vuelve a ser también preocupante en el mercado laboral, según los datos ofrecidos por la EPA. Una tendencia que no sólo ahonda en la desaceleración de creación de empleo, sino de clara y potente destrucción de mano de obra. Precisamente, en febrero, el aumento del número de personas desempleadas no se producía desde febrero de 2013.
El 67 por ciento de los empresarios consideran que la situación política por la que atraviesa este país desde hace algunos meses ha perjudicado a su empresa, con una merma igualmente en sus inversiones, según el último informe Perspectivas España 2019, elaborado por la consultora KPMG en colaboración con la CEOE. Una preocupación por el desarrollo de la economía de este país que se está acrecentando con el desarrollo de una campaña electoral incierta que no está despejando en absoluto estas dudas, más bien contribuyendo a su incremento.
Sostiene el presidente de la CECAM que tomen los Gobiernos “ideas” del mundo empresarial para el desarrollo de sus políticas en materia económica. Tiene razón Nicolás, que aprecia cada vez más el populismo de un Gobierno en funciones que lejos de aportar estabilidad y racionalidad a la economía del país, no cesa de anunciar promesas con fines electorales de dudoso e incierto resultado. Una deriva para captar el voto que también parece haber prendido en Castilla-La Mancha, igualmente en modo electoral, a la vista de las propuestas y soluciones para el mundo empresarial que escuchamos cada día de los candidatos en disputa de los próximos comicios.
Una percepción y preocupación del dirigente empresarial castellano-manchego que coinciden plenamente con las advertencias recientes de la Autoridad Fiscal y del Banco de España que anticipa que las medidas aprobadas por el Gobierno socialista gracias a sus dispares apoyos parlamentarios supondrán una pérdida de hasta 150.000 puestos de trabajo en los próximos meses.