Un nuevo medio de pago ha asociado a las cuatro cajas rurales que operan en Castilla-La Mancha: Eurocaja Rural, como accionista, y Globalcaja junto a las cajas rurales locales de Villamalea y Casas Ibáñez, en Albacete, como participantes. Todas ellas junto a más de 120 bancos, cajas, y cooperativas de crédito de toda España- Santander, BBVA, CaixaBank, Unicaja, e Ibercaja, entre otros- han constituido Sistemas de Tarjetas y Medios de Pago (Sistema Pay), una plataforma de pago común. Una sociedad que nace de la fusión de los tres sistemas de medios de pago basados en las tarjetas existentes en el mercado español: ServiRed, Sistema 4B y EURO 6000. Un proyecto cuyo armazón está prácticamente concluido, aunque su lanzamiento no se prevé inmediato, y que pretende competir con VISA y MASTERCARD, los dos gigantes norteamericanos cuya cuota en el mercado de las tarjetas en España es prácticamente absoluta.

Sistemas de Tarjetas y Medios de Pago responde a la necesidad de aunar esfuerzos para que España cuente con un esquema doméstico unificado de medios de pago, tal y como ocurre en otros países europeos como Alemania, Francia, Italia, y Portugal donde llevan varios años funcionando con éxito. De esta forma, las entidades integradas en la plataforma pretenden rebajar la factura millonaria que tienen que pagar a VISA y MARSTERCARD en concepto de comisiones. Además, gracias a este nuevo escenario, las entidades financieras participantes lograrán una mayor eficiencia en la gestión de costes en inversiones de seguridad y desarrollo de productos de pago innovadores en el marco de la PSD2, Directiva de Pagos de la Unión Europea.

No será fácil introducir en el mercado el nuevo medio de pago que pretende impulsar el sector en España, incluso estando la banca española a la vanguardia del desarrollo tecnológico en la materia. También en el extranjero, donde las dificultades para ser aceptadas serán aún mayores. El proyecto se enfrenta a una competencia brutal que actualmente tiene prácticamente monopolizado el mercado de tarjetas de debito y crédito en este país. Medios de pago que, no obstante, aún tienen todavía mucho recorrido y potencial en España, donde tan sólo el 26 por ciento de las compras de los hogares se realiza con tarjeta. Unas circunstancias que obligan a sus promotores al desarrollo de propuestas novedosas para incentivar su utilización si pretenden tener éxito. También, a la implantación de unas tarifas competitivas para que el comercio minorista la acepte en los 1,9 millones de TPVs que tiene instalados en España. Una batalla complicada donde se dirime el control de nada menos que 85 millones de tarjetas en España, el 57 por ciento de débito, y uno de los segmentos de pago más rentables para el sector bancario.