La puesta en marcha del aeropuerto internacional de Casarrubios, una infraestructura localizada a caballo entre los términos municipales de esta localidad toledana y El Álamo (Madrid), atraviesa tiempos inciertos para su ejecución. Un proyecto de iniciativa privada que Air City Center Madrid-Toledo S.L. promueve ante la saturación del aeropuerto madrileño y con la intención de ser complementario al de Adolfo Suarez-Barajas, según manifiesto del consorcio impulsor (European Flyer; Gamt Consultoría y Desarrollos; y Aviation Pasiphae, con el 31,80% cada uno; y Gregorio Marañón Beltrán de Lis, presidente de la sociedad, con el 4,60% restante).

Una infraestructura, no obstante, que la Comunidad de Madrid contempla con indiferencia, y también con las dudas que Fomento arroja sobre su viabilidad por problemas de disponibilidad y capacidad del espacio aéreo. Con una primera inversión de 150 millones de euros, una importante creación de puestos de trabajo, y un plan de operaciones aéreas previsto para dar comienzo en el año 2023, sus promotores acaban de recibir un varapalo a sus pretensiones y objetivos.

Aena ha anunciado la esperada ampliación del aeropuerto de Barajas, una de sus mayores inversiones de los próximos años y un revulsivo para el sector constructor ante una caída de la licitación pública debido a la prolongada inestabilidad política por la que atraviesa el país. Con un presupuesto de unos 2.000 millones de euros el gestor aeroportuario pretende ampliar y mejorar las cuatro terminales del aeropuerto madrileño, además de otras infraestructuras, en especial la T4 donde operan todas las compañías de IAG. Unas actuaciones que se justifican por las nuevas proyecciones de tráfico, así como por la reubicación de compañías con operativa HUB. Un macroproyecto que se realiza con el objetivo de incrementar la capacidad de las instalaciones actuales hasta los 80 millones de pasajeros, y poder así absorber el crecimiento del tráfico previsto para los próximos años, sin necesidad alguna de tener que recurrir a otras instalaciones aeroportuarias para satisfacer las nuevas proyecciones aeroportuarias.

El macroproyecto de Aena asesta un duro golpe, si no definitivo, a la infraestructura que Air City pretende llevar a cabo entre los dos términos municipales donde se ubica actualmente el aeródromo de Casarrubios del Monte-El Álamo. Se pierde por tanto una oportunidad única para el desarrollo de un interesante proyecto empresarial que desde sus inicios cuenta con el apoyo unánime y aprobación del Gobierno regional de Castilla-La Mancha. También de la comarca de La Sagra toledana por su conveniencia y proximidad a una zona logística de capital importancia. Un proyecto que tendrá que esperar… aún mucho más.