Por partida doble y con apenas horas de diferencia, el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, han coincidido en sendas intervenciones sobre la necesidad urgente de acelerar procesos de fusión entre entidades financieras en España. Un desarrollo agudizado por la irrupción de la pandemia de covid-19 que se está haciendo sentir en la rentabilidad de las entidades, capitalización bursátil y perspectivas de negocio. De Guindos, incluso, ya avanzaba a mediados de julio que “en las próximas semanas y en los próximos meses” se irán produciendo movimientos en este sentido.

Un pronunciamiento dirigido principalmente a los bancos pequeños procedentes de las antiguas cajas, entre los que se encuentra Liberbank con gran presencia en Castilla-La Mancha, aunque cada vez menor por el continuo cierre de sucursales. La entidad absorbente de CCM tiene cada vez más difícil mantenerse en solitario como hasta ahora, erosionada por su mermada rentabilidad y con la necesidad de provisiones y saneamientos adicionales. Así lo entendió también el consejero delegado del banco, Manuel Menéndez, en la presentación de resultados de la entidad correspondiente al pasado 30 de junio. Un semestre que concluyó con un beneficio de 41 millones de euros, un descenso interanual del 43,8 por ciento, después de haber destinado 68 millones a saneamientos específicos. Menéndez, siempre cauteloso en sus declaraciones públicas sobre posibles fusiones, aseguró que el banco está abierto a “analizar y explorar cualquier propuesta que pueda generar valor al accionista".

La pandemia que azota al país puede ser ahora la llave para que Liberbank acelere otra ronda de concentración dentro del sector bancario del país tras las gestiones fallidas con Unicaja. Unas negociaciones fracasadas por no haber alcanzado un acuerdo sobre la eventual ecuación de canje de acciones de ambas entidades, lo que de haberse materializado hubiera dado lugar a la sexta entidad por volumen de activos en España. Otras fuentes, sin embargo, apuntan a las discrepancias entre los directivos de las dos entidades por el reparto de poder.

Covid-19 está evidenciando que el enorme potencial que ofrecen los canales digitales y de relaciones con el cliente confiere un cambio radical al actual modelo de negocio de las entidades financieras. Condiciones que pueden resultar determinantes para que Liberbank prefiera no seguir como hasta ahora, y contemple la concentración como una necesidad ineludible ante la fuerte competencia actual en el mercado bancario y las recomendaciones insistentes de las autoridades monetarias. Un proceso imprescindible para preservar el beneficio al accionista, como siempre justifica Menéndez, que debe desarrollarse también sin menoscabo de las garantías y derechos laborales de sus trabajadores.