Declaraba ufana la consejera portavoz de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, que el Consejo de Gobierno ha aprobado una subvención de 25.000 euros a la película “Madres paralelas”, el nuevo film de Pedro Almodóvar con Penélope Cruz como cabeza de cartel. Un drama sobre dos mujeres que dan a luz el mismo día, en el mismo hospital, y siguiendo trayectorias igualmente a la par. El realizador manchego vuelve de nuevo a rodar en Castilla-La Mancha -tras estrenar recientemente un corto inspirado en la obra teatral “La voz humana” y protagonizada por Tilda Swinton- otra de sus características historias donde las mujeres suelen ocupar el primer plano y la maternidad argumento principal del guion.
Con 25.000 euros apaña CLM Film Commission al director español (Calzada de Calatrava-1949) más universal y laureado, una subvención institucional irrisoria e impropia para cualquier producción de Almodóvar, obras generalmente de reconocida, larga, y exitosa trayectoria internacional. Una contribución absurda, un aguinaldo, si la comparamos con la concedida por la Administración regional de 100.000 euros -además de otras gabelas por parte del Ayuntamiento de Toledo, Diputación Provincial y CMM- a otra película rodada en la capital regional: “La suite nupcial”. Un film escrito, interpretado y dirigido por Carlos Iglesias- Benito de la serie de Antena 3 “Manos a la Obra”-, y calificado en su día por la crítica especializada como “rancia en sus situaciones, ridícula en sus diálogos, y pedestre en su puesta en escena”. Una película que además del rechazo unánime de los comentaristas, también lo fue del público: 101.352 euros en taquilla -casi la misma cantidad que la subvención concedida por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha- y tan sólo 18.804 espectadores en su cortísima trayectoria por las salas de los cines españoles.
El que sin duda es “todo un símbolo de nuestro cine, de sello único”, como le definió la consejera Fernández, no merece en absoluto el parco respaldo que la Administración regional ha otorgado a su nuevo film. Un agravio vergonzoso y sin precedentes de la Film Commission de Castilla-La Mancha un organismo que, a la vista del apoyo institucional concedido, valora la próxima producción de nuestro director más aclamado bastante menos que el bodrio de Carlos Iglesias, la película que posiblemente haya sido la más vergonzosa aportación al desprestigio del cine español en los últimos años.