Unicaja y Liberbank llevan negociando un proceso de fusión entre ambas entidades que se prolonga en el tiempo. Una evolución opacada por otras integraciones bancarias que se encuentran en proceso de desarrollo como las que protagonizan Caixabank y Bankia, o esta misma semana BBVA-Sabadell. Así lo manifiestan analistas de la firma de inversión Berenberg al afirmar que tanto Unicaja como Liberbank tienen ahora “capacidad y los medios para superar los desacuerdos que colapsaron el acuerdo propuesto anteriormente”. Una resolución que en 2019 se frustró por la ecuación de canje de ambas entidades y el reparto de poder de la entidad resultante.
A aquellas divergencias se suma ahora un escenario económico más adverso que está afectando a la rentabilidad de ambos bancos, con unos márgenes deprimidos según constatan sus respectivos balances. Así lo sostiene igualmente la firma global de consultoría Bain&Company que califica la fusión de Unicaja y Liberbank como una “gran oportunidad” para mejorar su eficiencia. Una capacidad, no obstante, que supondrá una notable reducción de plantilla, hasta los 9.972 empleados y 1.608 sucursales entre los dos bancos.
Una concentración a la que se ha sumado esta semana la que negocian BBVA y Sabadell que, como las anteriores, significará una importante pérdida de efectivos: más de 5.000 despidos, el 11 por ciento de la plantilla total, y el cierre de 1.300 sucursales, el 30 por ciento de la red. Integraciones todas ellas que los sindicatos critican, y que la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, cree que en un entorno como el actual la reducción de costes producida por las potenciales ganancias de eficiencia resulta una palanca "clara" para mejorar la rentabilidad.
Una aglutinación bancaria que entre las cinco entidades españolas con mayor volumen de negocio (CaixaBank-Bankia, BBVA-Sabadell, Santander, la entidad resultante de la fusión Unicaja-Liberbank, y Bankinter), acumularían el 80,9% del volumen de negocio bancario en España, según los datos recopilados por Analistas Financieros Internacionales (Afi) correspondientes a septiembre de 2020. Una concentración que afecta principalmente a aquellos municipios de menor densidad poblacional, desatendidos por aquellos, donde la exclusión financiera es cada vez mayor.
Una situación aliviada en Castilla-La Mancha y otros territorios gracias a la presencia de cooperativas de crédito como Eurocaja Rural o Globalcaja, entidades apegadas al territorio y con amplia oferta de productos financieros. Una propuesta que hace frente con eficacia, cercanía, y vocación de servicio la extraordinaria concentración bancaria que está experimentado este país, y que tanto perjudica a una España abandonada donde su población se ve imposibilitada al acceso de las prestaciones bancarias más elementales.