El próximo día 31 de marzo han sido convocadas las juntas generales extraordinarias de accionistas de los bancos Unicaja y Liberbank para someter a su aprobación el proyecto común de fusión entre ambas entidades. Un proceso que se alcanza tras haber recibido el correspondiente visto bueno de sus respectivos consejos, y una vez salvadas las discrepancias surgidas por el reparto de poder del nuevo banco.
Como entidad absorbente, Unicaja propondrá a los accionistas la composición del nuevo consejo de administración que estará presidido por Manuel Azuaga, número uno del banco andaluz, y Manuel Menéndez, de Liberbank, como CEO de la nueva entidad. En el consejo se sentarán también cuatro representantes de la Fundación Unicaja, tres dominicales de Liberbank, y seis independientes. Una fusión que se producirá previsiblemente este verano y comenzará a funcionar en 2022.
Entre los consejeros propuestos por la Fundación Unicaja, actualmente en su consejo de administración, se encuentra una persona bien conocida en Castilla-La Mancha. Se trata de la catedrática Petra Mateos Aparicio, (La Solana-Ciudad Real), persona de confianza primero de Miguel Boyer, como jefa de gabinete, posteriormente de José Bono, quien la colocó al frente de Hispasat cuando era ministro de Defensa, y de José María Barreda, que la nombró presidenta de Telecom Castilla-La Mancha, una empresa de telecomunicaciones participada por la Junta de Comunidades y la quebrada CCM, y de la que se vio obligada a dimitir por pretender bloquear la señal de Telemadrid en territorio castellano manchego.
También en la gestión de Caja Castilla-La ManchaMateosintervino en su condición de vocal de la entidad y del consejo de administración de CCM corporación: una enorme colectividad industrial en la que sobresalían el ruinoso aeropuerto de Ciudad Real y el difuso proyecto del Reino de Don Quijote -proyectos financiados por la caja de ahorro e impulsados por el Gobierno regional en asociación con empresarios afines de la zona- en lo que finalmente resultó ser el gran problema de la entidad intervenida por el número de empresas participadas y posteriormente fallidas. Un consejo formado por una socialite política y empresarial colocada gracias a la mayoría y simpatías del gobierno socialista en la región entre los que figuraban Luis Arroyo Zapatero, rector de la Universidad de Castilla-La Mancha; el tercer hijo de uno de los hombres más ricos de España Cristian Abelló Gamazo; un Grande de España, Carlos Falcó, marqués de Griñón y dueño de los viñedos Dominio de Valdepusa, entre otras empresas; el representante de la octava generación de ganaderos de los toros Samueles, Samuel Flores, y destacados miembros de Gobiernos de Felipe González, como Miguel Ángel Feíto, secretario de Estado de Comercio, además de la propia Petra Mateos.
La solanera vuelve de nuevo a Castilla-La Mancha como consejera del banco resultante de la fusión entre Unicaja y Liberbank. Una entidad con una notable presencia en la región gracias principalmente a la red primigenia absorbida de CCM. Un retorno que esperamos sirva para que Mateos demuestre una capacidad de gestión algo más acertada a la desarrollada en esta tierra por encargo de los diferentes gobiernos socialistas. También, para pilotar una fusión que se prevé drástica en Castilla-La Mancha, con la perdida de cientos de puestos de trabajo y el cierre de numerosas oficinas de la despedazada caja de ahorro. Un proceso, en definitiva, que sirva para cerrar definitivamente y sin excesivos quebrantos uno de los capítulos más deplorables de la historia de esta Comunidad.