Anda últimamente de médicos el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Al accidente domestico que le supuso una intervención quirúrgica a causa de una fractura en su muñeca derecha, se unió días antes un “dolor generalizado en todo el cuerpo” provocado por los indultos del Gobierno a los líderes independentistas condenados por el procés.
Y todavía en periodo de recuperación, Pedro Sánchez lleva a cabo un reajuste de mucho calado en su equipo de gobierno, todo un ejercicio de contrapesos al estilo del presidente, con el resultado de nuevos e importantes equilibrios de poder interno dentro del PSOE, y en cuya balanza se desaira el peso de García-Page. Una remodelación que implica, entre otros, un relevo generacional que incorpora a un grupo de alcaldesas socialistas bregadas en la gestión municipal, entre las que se encontraba la primera edil de Puertollano, Isabel Rodríguez, nombrada ahora ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno. Una política con una dilatada trayectoria en las distintas administraciones del Estado.
La pasada semana, EL DIGITAL informaba a sus lectores de algunos testimonios recogidos acerca de una hipotética operación orquestada por el propio Sánchez para despojar en su momento a Emiliano García-Page de su poder en Castilla-La Mancha. También a otros barones territoriales más díscolos con la gestión del Gobierno como pueden ser los de Aragón y la Comunidad Valenciana. A todos ellos, el presidente del Gobierno les ha querido lanzar un guiño con esta remodelación nombrando a tres mujeres ministras y posibles candidatas a suceder a Emiliano García-Page, Javier Lambán y Ximo Puig, una suerte de flanco periférico socialista que no entienden, y así lo vienen manifestando públicamente, algunas medidas del Gobierno de Pedro Sánchez. Sólo de esta forma pueden interpretarse los nombramientos de la ciudadrealeña Isabel Rodríguez, Pilar Alegría en Educación y Diana Morant en Ciencia.
Queda ahora a la espera el presidente de Castilla-La Mancha del desenlace del postoperatorio de la última intervención de Sánchez con el procedimiento del pasado fin de semana. Más mucho me temo que el resultado no será inmediato, pues todo dependerá de la evolución del “paciente” en estos dos próximos años, es decir, hasta las siguientes elecciones autonómicas.