Medio siglo se cumple ahora desde que en 1971 un grupo de artistas, unidos por su inquietud cultural y firme amistad, decidieron abrir su propia galería en la toledana calle de Santa Isabel. La galería Tolmo fue el aldabonazo perfecto que necesitaba en esos momentos el dormido corazón de la ciudad de Toledo para revitalizar su cultura.
Luis Pablo Gómez Vidales, Paco Rojas, Raimundo de Pablos y Eduardo Sánchez Beato, como fundadores, decidieron convertir unos aposentos abandonados junto a la catedral de Toledo en un taller de pintura y sala de exposiciones con el objetivo de defender el arte de vanguardia y el de otras disciplinas. Una oferta cultural inédita en la ciudad a la que más tarde se sumaron otros reconocidos artistas como Gabriel Cruz Marcos, Fernando de Giles, Félix Villamor y Julián García Rodriguez, Jule.
Un colectivo de creadores que discurrió con éxito por los caminos expresivos y técnicos bien diferenciados que recorría cada uno de sus miembros. Una gestión cultural que no se limitó a la exposición de sus propias obras. La galería fue también el escenario y refugio para otros artes, artistas e intelectuales que encontraron en sus salas la mejor forma de mostrar su talento y adecuada plataforma para discutir sus pensamientos.
Rinde ahora el Museo del Greco un merecido homenaje al grupo Tolmo y sus integrantes tras sus cincuenta años de andadura con una exposición en sus dependencias de catorce artistas distintos. Una muestra que se exhibe en perfecta simbiosis “entre sus obras y las del Greco”, junto a las de otros pintores que configuran las colecciones privadas del museo. Un estímulo debido para quienes durante este medio siglo impulsaron Tolmo como indiscutible marca de prestigio para Toledo, además de convertirse en el referente perfecto para la proyección de una ciudad entumecida en lo cultural y ciertamente compleja en tantas otras cosas.