Muchos políticos se han tomado al pie de la letra aquella frase de Isabel Pantoja: “Los focos hacia mi persona”. En efecto, pero a falta de reflectores en otros lugares algunos pretenden conseguirlos ahora en el plató de la televisión que “pagamos entre todos”.
Por si no fuera suficiente la cantera de expolíticos que viven permanentemente acampados en las tertulias de los magacines matinales y vespertinos de nuestras radios y televisiones -en Castilla-La Mancha tenemos un buen ejemplo en el expresidente José Bono, tertuliano habitual de la farándula televisiva-, también políticos en activo reclaman más focos hacia su persona. Dirigentes conscientes de la importancia que ofrece la pequeña pantalla como factor moldeador de la opinión pública, así como de su posicionamiento privilegiado para llegar a todos los hogares sin moverse del estudio.
Por si faltaran “programadores” externos en CMMedia, el presidente del PP regional, Paco Núñez, reclama ahora a la directora general de la televisión autonómica de Castilla-La Mancha, Carmen Amores, la organización de un debate con el presidente autonómico, Emiliano García-Page, sobre política fiscal. Una materia que Núñez lleva tiempo queriendo deliberar sin éxito en las Cortes autonómicas, ante la negativa de su presidente, Pablo Bellido, y su interés por conocer la fórmula magistral del PP para bajar impuestos de manera inmediata. El mismo interés que previsiblemente tendrán ahora los socialistas en organizar el debate que reclama el líder popular para discutir con el presidente regional sobre materia económica.
No es el plató de CMMedia el lugar más adecuado para propagar una cuestión de tanta trascendencia para la economía de esta tierra. Mas el espectáculo, que es de lo que se nutre la televisión, está garantizado y, al menos, servirá para que la audiencia de ese día aumente alguna décima en nuestra televisión autonómica, que falta la hace. Una trifulca televisada en directo que, no obstante, seguirá siendo igual de estéril que si transcurre en otros pulpitos institucionales, es decir, posturas prefijadas e inamovibles, un diálogo de sordos, en definitiva. Una dinámica perversa de antagonismo continuo entre el Gobierno de Castilla-La Mancha y la oposición que impide ofrecer más resultados de impacto en la vida de la población de esta tierra. Una respuesta que muy pronto estará en manos de la ciudadanía. Ustedes dirán.