Manuel Menéndez, todavía CEO de Unicaja Banco hasta el nombramiento de su sucesor, recibió el pasado 23 de junio una retribución por parte de la entidad de 24.287 acciones en concepto de “retribución variable anual correspondiente al ejercicio 2022”, según notificación del banco malagueño a la Comisión Nacional del Mercados de Valores (CNMV). El directivo saldrá del banco acumulando 751.347 acciones de Unicaja por un valor aproximado de 700.000 euros, de los que sólo 245.433 títulos han sido adquiridos por el propio Menéndez, pues el resto los ha recibido de la entidad financiera al precio de cero euros, según notificación remitida al supervisor español.

Mientras, se prevé que Unicaja dé a conocer en las próximas semanas al nuevo consejero delegado que sustituirá a Manuel Menéndez al frente del banco, aunque no será hasta meses más tarde cuando el designado tome definitivamente las riendas de la entidad. Un proceso que en su elección está chocando contra las directrices del Banco Central Europeo que aboga por que Unicaja presente a candidatos externos e independientes para la figura del consejero delegado y no procedentes del propio banco malagueño.

Dentro de este curso de renovación de los cargos directivos del banco, el consejo de administración ha acordado esta semana designar por cooptación como consejeros independientes a Antonio Carrascosa, ex director del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), y a Rocío Fernández, consejera independiente de Avanza Previsión y Cofides y exsocia responsable de Mercados de Capitales de PwC. El nombramiento de Carrascosa y de Fernández por parte del consejo ha contado con el informe previo favorable y se ha realizado a propuesta de la comisión de Nombramientos de la entidad, aunque sujeto todavía a la obtención de las autorizaciones regulatorias correspondientes.

Según ha informado igualmente la entidad a la CNMV, la comisión de Nombramientos y el consejo de administración continúan con los procesos para la cobertura de las vacantes correspondientes a dos consejeras independientes. De esta forma se cumple con el propósito anunciado de seguir lo recomendado por el Código de Buen Gobierno de las sociedades cotizadas en cuanto a la diversidad de género.