¿Quién es el directivo y escritor de la región que este martes triunfará de nuevo por su enorme eficacia?
Este martes se presenta la novena edición de la Feria Nacional del Vino (Fenavin 2017). Fenavin no solo es el evento ferial más importante de Castilla-La Mancha sino que además se ha convertido en uno de los grandes referentes nacionales en todo lo relacionado con el mundo del vino. Hay quienes todavía no acaban de ver los efectos positivos de esta convocatoria bianual ni entienden la falta de proporcionalidad entre lo que le cuesta a las entidades públicas y privadas y los resultados económicos que ofrece al sector en términos generales. Pero lo cierto es que esta feria es en una de las citas ineludibles de los profesionales de toda España que se mueven en el ámbito de un sector de producción cada vez más pujante en Castilla-la Mancha.
La importancia del evento radica, además del amplio abanico de expositores con los que cuenta en cada edición, en la multiplicidad de ofertas paralelas que se ofrece a los profesionales y personas en general que lo visitan, todo ello acompañado de un despliegue publicitario y de comunicación que apenas tiene comparación con ninguna otra actividad de las que se celebran en Castilla-La Mancha a lo largo del año. Y creciendo con cada convocatoria. De esta forma, Fenavin será desde este martes el epicentro del negocio del sector del vino en España, con cifras de récord antes incluso de abrir sus puertas.
El artífice del éxito de la Feria tiene nombre y apellidos: Manuel Juliá. En él confió como director el anterior presidente de la Diputación, Nemesio de Lara, y en él ha seguido confiando el actual, José Manuel Caballero, conscientes ambos de que se entrega en cuerpo y alma; es más, él es el alma de la feria. Todavía sorprende pensar que un periodista y escritor con su sensibilidad y su clara vocación social, que no abandona un solo día el oficio de las letras, sea el máximo responsable de una feria cuya razón de ser radica esencialmente en velar por el comercio y el negocio de los que participan en ella. Con Juliá al frente hay que entender el negocio en el sentido más amplio de la palabra y no reducirlo a la mera rentabilidad económica.
Y para comprobarlo ahí está “la presencia de escritores, poetas, periodistas, referentes de la gastronomía y personalidades muy destacadas del mundo del vino”, como se viene informando de forma insistente: Manuel Jabois, Pedro Simón, Antonio Lucas, Raúl del Pozo, Lorenzo Díaz, los directores de Marca y El Mundo, Juan Ignacio Gallardo y Pedro García-Cuartango, forman parte del cartel de este año.
Mientras daba los últimos brochazos a los preparativos de la inauguración de Fenavin, apenas anteayer, Juliá publicaba un nuevo artículo en su blog. Concluía, entusiasta de la vida, de su propia vida, de esta manera: “Dentro de mí hay una certeza que huye con placer del raciocinio y una voz me habla. "Si la música, el canto, la bruma, la luz, el silencio, el goteo del universo, pueden unirse en esta belleza no puedes negar la existencia de Dios", me dice esa voz que está, desde que comencé a sentir el pensamiento, dentro de mí. "Ah déjame en paz" le digo, "que goce solo, en esta calma, de la certeza enigmática de la belleza". Estalla Plácido Domingo venciendo la última fuerza oscura de la noche (La hora ha pasado… Y muero desesperado! ¡Y muero desesperado! ¡Y jamás he amado tanto la vida!¡Tanto la vida!...).
¿Y Fenavin? Es otra cosa. Quizá, bendita paradoja, la que le permite a Juliá amar “tanto la vida”.