La Pregunta

¿Por qué Pablo Iglesias ha pasado de cenar con Bono a llevarle en el tramabús de los corruptos?

17 mayo, 2017 00:00

El expresidente castellano-manchego José Bono la armó gorda cuando un día decidió invitar a una cena en su casa de Madrid a Pablo Iglesias e Íñigo Errejón para que le conocieran a el mismo y a José Luis Rodríguez Zapatero. Estaba presente Emiliano García-Page y el entonces secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se enteró de la sorprendente reunión por la prensa. Ya andaban muy mal las relaciones de una parte de notables del PSOE con Sánchez y aquella fue una de las pruebas palpables de las rencillas entre socialistas que dieron lugar a la tormenta perfecta de la actual guerra de primarias. Gracias a la cena en "casa Bono" se facilitó el camino para que Podemos apoyara a Page a la Presidencia de la Junta sin pedir demasiado a cambio.

El acuerdo en Castilla-La Mancha del PSOE y Podemos fue una balsa de aceite comparado con Extremadura. Los dos partidos se entendieron a la perfección durante casi el primer año de legislatura y se aceptaban bromas, hoy impensables, como las del presidente de las Cortes, Jesús Fernández Vaquero, cuando apostaba con retranca por presentar a José García Molina como candidato a la alcaldía de Talavera. Se recordaba con nostalgia el camino sin retorno que siguió el histórico Pepe Molina del escaño de IU al escaño del PSOE, y hasta pensaban algunos que la historia podía repetirse.

Pero ni fue ni podrá ya ser así. Poco a poco, en unos casos porque Podemos consideraba que el PSOE estaba incumpliendo el acuerdo de investidura y en otros, la mayoría, por la influencia de la política nacional, los morados empezaron a distanciarse del Ejecutivo autónomo y terminaron rompiendo el pacto en el mismo momento en el que Susana Díaz y los suyos, entre ellos García-Page, derribaron a Pedro Sánchez de la Secretaría general del PSOE. Cuanto más se ha implicado Page contra Sánchez y más lo ha escenificado públicamente, más le han “castigado” los diputados regionales de Podemos siguiendo órdenes directas de Pablo Iglesias, que hace tiempo dio por amortizada la cena en casa de Bono. La guerra de Podemos contra Page es también la guerra contra Bono por idéntica razón: La de apoyar a Susana Díaz.

Hasta tal punto se “rompió el amor” entre Iglesias y Bono que ahora han decidido poner su imagen en el tristemente famoso “Tramabús” de los corruptos a su paso por Castilla-La Mancha. Culpan al exministro de Defensa del fiasco de 1.000 millones del aeropuerto de Ciudad Real, del hundimiento de CCM y del vertedero de neumáticos de Seseña. Han anunciado que se subirán al autobús el líder regional de Podemos, José García Molina, y el sociólogo Rubén Juste, autor del libro “Ibex 35. Una historia herética del poder en España”. Como desveló ESdiario, la formación morada ha puesto un sueldo público a Juste en el Congreso como asistente de su grupo parlamentario.

Quizá haya razones para exponer a Bono en el “Tramabús”, pero no creemos que sean precisamente las que argumentan desde Podemos. Y sobre lo demás, incluido el abultado patrimonio del expresidente castellano-manchego, no ha habido nada que demuestre que lo ha conseguido de forma ilegal pese a las diversas denuncias judiciales que hubo en su momento.