Resulta cuando menos extraño ver a los diputados de Podemos del parlamento de Castilla-La Mancha colaborar con el Gobierno de la región, en el que cuentan con dos representantes, y a la vez leer la opinión de uno de esos diputados que apuesta por la ruptura por el apoyo del PSOE a la aplicación del artículo 155 en Cataluña. Es lo que hace el diputado alcarreño David Llorente, en su línea de provocar al gobierno y a los miembros de su propio partido, especialmente al secretario regional, José García Molina.

En su último tuit da la enhorabuena a las bases “de Barcelona en Comú, que en una consulta con una pregunta clara, han decidido romper el cogobierno con el PSC por su apoyo al 155. Para impulsar el cambio hay que ser alternativa, no muleta de los partidos del régimen. ¡#NoAl155!”. Eso es lo que piensa Llorente, que se muestra absolutamente honesto con sus principios ideológicos y sus convicciones estratégicas al hacer público su pensamiento. Y sin embargo es incoherente que defienda la ruptura del cogobierno para que Podemos no sea “muleta de los partidos del régimen” y a la vez apoye con su voto diariamente el pacto con el gobierno del socialista García-Page.

Es una especie de esquizofrenia de la que deberían salir en Podemos, porque eso únicamente contribuye al despiste de sus votantes y a la pérdida de apoyo que vaticinan con claridad las encuestas electorales. Siempre hemos elogiado el comportamiento de Llorente por ser consecuente con sus principios, pero en el caso del 155 y su pequeño manifiesto en Twitter pone de relieve que no hay coherencia entre lo que dice y lo que hace respecto al apoyo de Podemos al gobierno regional.