Como ya informó ayer EL DIGITAL CLM, el pintor y escritor toledano Mariano Serrano Pintado, estrechamente vinculado a la Sociedad Arte y a la Cofradía Internacional de Investigadores del Santo Cristo de la Oliva, falleció este martes en la capital de Castilla-La Mancha a los 78 años de edad tras una larga enfermedad. Diplomado por la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Toledo, y titulado por la Escuela Pericial de Comercio de Ciudad Real, Serrano Pintado fue ganador de diversos premios de pintura por sus ilustraciones, carteles y murales, exponiendo de manera individual y colectiva en Toledo, Madrid y otras provincias españolas. Era miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.

Publicó varios libros como escritor, entre ellos 'Mi padre, el Greco' (Azacanes, 1999), 'Maestro Theotokópoulos' (Entrelíneas, 2005) y 'La otra vida del Greco' (Ledoria, 2014). Su 'Historia ilustrada de la ciudad de Toledo' (Ledoria) fue presentada en 2012.

Su legado de última hora fue una estremecedora carta publicada en un diario en la que, con gran entereza, anticipaba la noticia de su muerte y se enfrentaba a ella de forma sosegada, en paz consigo mismo y mucha valentía, tanta que renunció al tratamiento hospitalario que le hubiera permitido alargar algo más el plazo de lo irremediable.

Pocas veces hemos leído algo con tanta hondura ni que sirva tanto como lección de vida:

“ME ESTOY MURIENDO. Si llego a Navidad, cumpliré 78 años. Me han diagnosticado cáncer de páncreas no operable. He procurado asumirlo -es difícil dejar tanto de este mundo- y reconocer la muerte como algo natural; creo que lo he conseguido. El oncólogo me prescribió dos sesiones de quimio al mes. Le pregunté: “¿Eso me curará?”. “No -dijo-, quizá logramos alargar algo el proceso”. Dije: “Mire, doctor, cambio ese tiempo más por vivir en paz, tranquilo, con mi familia y esperar la muerte cuando llegue”. El médico me felicitó. Como soy cristiano, he ordenado mi vida espiritual y organizado la material para que mi esposa no tenga problemas. Sería estúpido decir que estoy feliz, pero siento una paz interior que nunca imaginé en esta situación. Dios me ha concedido el privilegio de conocer cuándo moriré y poder prepararme.

Mariano Jesús Serrano Pintado. Toledo”.

Descansa en paz, maestro.