El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, no se ha querido mojar respecto al proyecto que impulsa Air City Madrid Sur para crear un segundo aeropuerto comercial complementario al de Barajas ampliando el actual aeródromo de Casarrubios (Toledo). El Gobierno de Pedro Sánchez, por ahora, ni bendice ni se posiciona en contra de un proyecto que es totalmente privado.

Este lunes, durante su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press, los periodistas preguntaba a Ábalos si Madrid necesita un segundo aeropuerto. El ministro, por su parte, evitaba responder directamente a una pregunta que calificó como "muy comprometedora" y dijo después, quizá de manera menos aséptica de lo que tenía previsto, que "no se trata de arruinar a nadie ningún negocio".

Así, aclaraba que el proyecto, basado en la ampliación del aeródromo de Casarrubios-El Álamo, en el límite entre Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid, se trata de una iniciativa "muy puntual" para un aeropuerto privado, que aún está en estudio por parte de la Dirección General de Aviación Civil y de las autoridades aeronáuticas competentes, dependientes de Fomento.

Ábalos señalaba además que se trata una experiencia inédita hasta ahora en España y que debe estudiarse "no solo para su construcción, sino también para todo lo que tiene que ver con la gestión". "Hay que verlo", añadía sin querer pillarse los dedos.

Cuestionado por si la puesta en marcha de este nuevo aeropuerto privado --que la empresa promotora presidida por Gregorio Marañón prevé esté operativo en 2023 una vez logre la autorización de Fomento-- puede entorpecer el desarrollo previsto en Barajas, Ábalos ha afirmado que no cree que afecte.

"Efectivamente hay un plan estratégico de desarrollo y dos planes inmobiliarios de mucha consideración en Barajas y en El Prat, pero no creo que afecte. Hasta dónde yo sé, este proyecto, a caballo entre dos comunidades autónomas, estaría pensado para 'low cost' y como una alternativa distinta a Barajas", ha dicho.