¿Qué increíble reacción tuvo el delegado de la ONCE en CLM tras caer en una zanja en Toledo?
El delegado territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, Carlos Javier Hernández Yebra, tuvo el lunes un lamentable percance en las proximidades de la sede de la organización en Toledo, en la calle Reino Unido, al caer en una zanja que no estaba debidamente vallada por parte de la empresa concesionaria de la obra. No sufrió daños físicos, pero sí le enfadó la situación y que los operarios, en vez de ayudarle y preocuparse por su estado, se dedicaran de forma apresurada a arreglar el desaguisado de las vallas. Lo ha comentado el propio Hernández Yebra en su cuenta de Facebook y lo más sorprendente es que acompaña la narración con unas fotos de la zanja que constituyen un magnífico documento gráfico realizado por el propio Carlos Javier con su móvil.
El relato, que refleja la marcada personalidad, inteligencia y socarronería de este invidente que ha llegado a lo más alto en el organigrama de dirección de la ONCE, no tiene desperdicio. Por eso se lo ofrecemos íntegro a nuestros lectores:
"No sé si alguien ha `caído´ en que hoy [se refiere al 3 de diciembre] estamos conmemorando el Día de las Personas con Discapacidad. Pues bien, uno sí que lo ha hecho, y en el sentido literal, ya que he dado con mi humanidad en el fondo de una zanja.
Sí, casi concluyendo la segunda década del tercer milenio, una serie de zanjas no tenían su protección perimetral de vallas, justo en la calle Reino Unido, de Toledo, frente a la sede de la Delegación Territorial de la ONCE. ¡Vamos un lugar frecuentado por personas ciegas, como este que escribe, que utilizamos habitualmente un bastón como herramienta de movilidad!
Pero les voy a ser sincero, lo que más me ha molestado o dolido, no ha sido el golpe, sino las prisas que se han dado unos operarios en ponerse a mover vallas, mientras yo estaba allí, sacudiéndome los pantalones y el abrigo. Sí, se pusieron a proteger el agujero antes de ocuparse de si me había pasado algo o precisaba cualquier cosa. Menos mal que me puse a tirar de cámara del móvil para captar las imágenes que aquí os comparto.
Diez minutos más tarde, cuando acudió la Policía Local a mi llamada, intentaban hacer creer que las vallas estaban puestas, que el bastón había pasado por debajo y que me había escurrido. ¡Lamentable e impresentable a todas luces!
En fin, cuando tenga a alguien cerca pondré la correspondiente queja en el Buzón del Ciudadano, pues como otra cosa más de la involución social, éste dejó de ser accesible para las personas con discapacidad visual grave a raíz de la remodelación de la web municipal.
Las personas con discapacidad visual grave tenemos el derecho de desplazarnos de manera autónoma e independiente, de forma segura por las calles. Y lo subrayo en una semana Constitucional como ésta.
En fin, esto puede parecer una anécdota, pero es una realidad con la que tropezamos los ciegos en nuestros desplazamientos y que contribuye a que muchas personas se acobarden a la hora de moverse de manera autónoma.
Bueno, que nadie se preocupe por mi estado físico, pues, aunque algo dolorido en la cadera derecha, estoy fenomenal! Eso sí, tengo mi parte de lesiones por si se precisara".
Carlos Javier Hernández Yebra