Isabel Flores y Adolfo Suárez
“Hasta ahora Isabel Flores Santos-Suárez, casada con Adolfo Suárez Illana, ha mantenido un perfil invisible. Nunca ha sido personaje ni lo quiere ser. De las pocas veces que se la ha visto en actos públicos fue acompañando a su marido y familia cuando falleció el presidente Suárez el 23 de marzo de 2014”. Así describe a Isabel Flores en la revista Vanitatis su directora, la conocida periodista Paloma Barrientos, que ha publicado un perfil muy cordial sobre la mujer del número dos del PP al Congreso por Madrid, Adolfo Suárez Illana, hijo del presidente que hizo posible la Transición española a la democracia.
Tal como cuenta Barrientos, Isabel Flores “siempre ha permanecido en un segundo plano, sin llamar la atención y alejada de la vida social de la que no forma parte por decisión propia”.
Como saben nuestros lectores, Isabel está muy ligada a Castilla-La Mancha ya que sus padres, el ganadero Samuel Flores e Isabel Santos-Suárez Barroso (Lili), son los propietarios de la finca El Palomar en Albacete, que fue donde se conocieron ella y Adolfo. La vida de Isabel Flores podría dar un vuelco al presentarse su marido a las elecciones, opina Paloma Barrientos, pero lo cierto es que cuando Suárez Illana fue candidato a la Presidencia de la Junta de Comunidades tampoco perdió su proverbial discreción. Ayudó a su marido, y mucho, pero siempre desde la sombra y en un segundo plano. Sabe hacerlo a la perfección y le gusta mantenerse fuera de los focos.
Tal como cuenta Vanitatis, “en los momentos más complicados en la vida de Suárez Illana, Isabel ha sido su máximo apoyo como así se ha demostrado a lo largo de su vida en común. Y no solo cuando su marido padeció un cáncer hace cinco años, sino también ante las tragedias que han golpeado a su familia política”.
Isabel colabora con sus padres (y sobre todo con su madre) en la explotación de El Palomar, donde ha acudido en muchas ocasiones el Rey Juan Carlos a cazar o a descansar. Es un lugar especial al que acuden grupos de alto nivel que buscan lo mejor. Y eso hay que trabajarlo.
El matrimonio Suárez-Flores tiene dos hijos, Adolfo y Pablo, ya mayores de edad. Los que han tratado a Isabel Flores, explica Vanitatis, la definen como "una mujer muy sólida, tranquila, volcada en su familia, amante del campo y muy implicada en una ONG con sede en Vietnam que ofrece un futuro a niños desprotegidos". Aseguran que “pocas veces la verán en fiestas sociales salvo que sea por un tema de amistad, que entonces se vuelca aunque no le guste”.
Una gran dama que admira la figura de su suegro y todo lo que representa políticamente y ama profundamente a su marido.
No hay que perderse el reportaje completo en VANITATIS.