Al cierre de 2018 Mercadona trabaja con 2.387 proveedores comerciales y 13.358 no comerciales, además de 198 transportistas en toda España. Todo ello supone un impulso que repercute muy positivamente en la actividad de las zonas en las que se encuentran presentes. Un factor que se traduce en la creación de industria, servicios y empleo; en la generación de riqueza y en la consolidación de las economías locales. Así, el volumen de compras realizadas en España por Mercadona durante el pasado año ascendieron a 18.640 millones, una cifra que representa el 85 por ciento del total de compras.

En Castilla-La Mancha, cincuenta y seis con los proveedores que suministran productos a Mercadona, cuya red de establecimientos en la región es de 78 supermercados operados por un total de 3.300 trabajadores. Entre los proveedores más importantes en la región figuran empresas como Incarlopsa, en Tarancón (Cuenca), principal suministrador de productos cárnicos de la cadena de alimentación.

Sin embargo, dos han sido las empresas que han realizado importantes inversiones en sus instalaciones para poder afrontar con solvencia los pedidos de la empresa presidida por Juan Roig. Se trata de la multinacional Schreiber Fodds, ubicada en Talavera de la Reina -cuenta además con otra fábrica en Noblejas (Toledo)- que durante el pasado año ha realizado una inversión de 15,3 millones de euros en su línea de fabricación de yogures griegos, líquidos y batidos. Un presupuesto que ha servido para crear 40 empleos. Otra empresa que ha realizado una notable inversión ha sido Champinter, en las localidades albacetenses de Fuentealbilla y Villamalea, proveedor de setas shitake; en este caso de 3,5 millones de euros y 6 nuevos empleos.