El crítico gastronómica de ABC,Carlos Maribona, uno de los más reconocidos en la prensa española, hace un recorrido por las que, a su parecer, son las mejores croquetas en bares y restaurantes de España. Dos de estos restaurantes que sirven las mejores croquetas están en Castilla-La Mancha, según este crítico: Iván Cerdeño en Toledo y Trivio en Cuenca. Los 10 mejores son estos y esto es lo que dice de ellos Maribona:

Casa Marcial (Arriondas, Asturias)

Nacho Manzano es uno de los grandes cocineros españoles. Sus croquetas, que han creado escuela y ya se reproducen en muchos restaurantes de toda Asturias, son un auténtico espectáculo. Nunca faltan en el menú tradicional de esta casa, o incluso como aperitivo del menú más creativo. Las hace de jamón ibérico, con una bechamel casi líquida y un rebozado ligerísimo. Al morderlas estallan en la boca. Pueden encontrarlas también en los otros restaurantes del cocinero: La Salgar (Gijón) y Gloria (Oviedo y Gijón).

Echaurren (Ezcaray, La Rioja)

La fama de las croquetas que hacía Marisa Sánchez desbordó La Rioja y se extendió por toda España. De jamón y pollo, con una cremosidad increíble y bien crujientes por fuera, son auténticamente adictivas. Cuando se empieza con la primera cuesta dejar de comerlas. Fallecida hace un año Marisa, es su hijo Francis Paniego, que ostenta dos estrellas Michelin, quien prosigue la tradición. Tanto en el restaurante tradicional como en el de cocina moderna que la familia tiene en Ezcary siempre hay sitio para ellas.

Casa Gerardo (Prendes, Asturias)

En este restaurante centenario situado en Prendes, muy cerca de Gijón, lo mismo se puede comer magnífica cocina creativa como platos tradicionales, entre ellos la que posiblemente es la mejor fabada de España. En esa casa la familia Morán elabora desde hace décadas unas excepcionales croquetas de compango que han creado escuela. Bechamel muy ligera, rebozado impecable y el intenso sabor de los ingredientes cárnicos (morcilla, chorizo, lacón) que siempre acompañan a la fabada. Una auténtica delicia.



Santerra (Madrid)

Además del restaurante, Santerra cuenta con una de las barras más interesantes de Madrid. Miguel Carretero, el jefe de cocina, es un joven con sólida formación y mucho recorrido. El restaurante está en la planta semisótano, y la barra en la de entrad. Un espacio que invita al tapeo, donde tomar una ración de oreja frita con mojo verde, una gildas o unas gambas al ajillo. Pero lo mejor son las croquetas de ibérico, muy cremosas y con gran sabor.

Taberna Pedraza (Madrid)

Recientemente trasladados a un local más adecuado y céntrico, Santiago Pedraza y Carmen Carro regentan una de las tabernas con más éxito de Madrid, un éxito que no se debe a la casualidad si no al trabajo bien hecho. Excelente producto con nombre y apellidos, detalles muy cuidados y elaboraciones tradicionales perfectamente ejecutadas por Carmen, que es la cocinera. Entre sus especialidades más demandadas, la tortilla de patata y unas croquetas de jamón de bellota superiores, tan cremosas que se deshacen en la boca.

Trivio (Cuenca)

Jesús Segura lo ha situado como la oferta gastronómica más sólida de la ciudad, hasta el punto de que acaba de recibir una estrella Michelin en la Guía de 2019. Hay mucho nivel técnico en este cocinero cuyo principal mentor fue Manolo de la Osa. Producto, técnica y sabor. Ese es su lema. Segura prepara unas croquetas que han sido muy premiadas a base de jamón ibérico de Joselito. Original su rebozado, que hace con corteza de pan artesanal.

Iván Cerdeño (Toledo)

Iván Cerdeño es uno de los cocineros jóvenes con más proyección en España. Hace unos meses trasladó su restaurante al precioso Cigarral del Ángel, que perteneció a Fina Calderón, con estupendas vistas de Toledo. Aunque ahora no las incluye en sus menús, al visitar esa casa hay que pedirle unas croquetas, porque hay pocas como las suyas. De todas formas siempre pueden probarlas en El Pabellón de Florida Retiro, el restaurante que el cocinero toledano asesora en Madrid.

Vinoteca Bernardina (San Sebastián)

Algo alejada de las rutas habituales de pinchos en San Sebastián, vale la pena acercarse a esta pequeña vinoteca enclavada en el barrio del Antiguo, frente al hotel NH Aránzazu. Amaya y Coro, las propietarias, cuidan todos los detalles ofrecen un buen surtido de pinchos y raciones, incluida toda la gama de productos ibéricos de Joselito (jamón, lomo, coppa, chorizo, salchichón, panceta). Con el jamón hacen además unas estupendas croquetas, de rebozado muy delicado, bechamel bien cremosa e intenso sabor.

Central Bar (Valencia)

Propiedad de uno de los mejores cocineros de España, Ricard Camarena, este bar en el interior del Mercado Central, el mercado modernista más grande de Europa, se ha convertido en una de las referencias de Valencia para picar algo a lo largo de la mañana. Con productos del propio mercado se sirven excelentes bocadillos y raciones de buñuelos de bacalao, ensaladilla, patatas bravas, calamares, berenjenas fritas o gamba blanca. Y sobre todo unas croquetas de pollo rustido que son una auténtica delicia.

El Mesón de Gonzalo (Salamanca)

Gonzalo Sendín ha hecho del mesón familiar, a un paso de la Plaza Mayor salmantina, uno de los restaurantes más atractivos no sólo de la ciudad sino de toda la comunidad de Castilla y León. Una estupenda barra, llena de tentaciones (ojo a las bravas y al jamón de Carrasco), y un acogedor comedor donde se alternan platos tradicionales con propuestas más creativas. Una de sus grandes especialidades son las croquetas, que se hacen con jamón de mucha calidad y una muy buena bechamel.