La crisis sanitaria producida por el coronavirus está cambiando muchos comportamientos sociales, políticos y económicos. Entre otras cosas ha abierto un paréntesis para que los distintos partidos colaboren mutuamente en la lucha contra el virus y sus consecuencias, aunque perduran todavía los enfrentamientos ideológicos y estratégicos que no hacen más que acentuar la desazón y el miedo entre los ciudadanos.
Un cargo toledano a sueldo del Gobierno nacional tuvo la feliz idea, a poco de decretarse el estado de alarma, de crear un grupo de whatsapp en el que incluyó a la mayoría de los alcaldes de la provincia de Toledo, sin distinguir el color político de cada uno de ellos.
Según ha contado alguno de ellos a EL DIGITAL CLM, aunque las cosas empezaron por el buen camino no tardaron en torcerse. Se trataba en definitiva de dar información a los ayuntamientos y, a la vez, de conocer, de primera mano, el ambiente en los pueblos y los datos que pudieran aportar sus máximos representantes. Sin embargo, mientras que los cargos promotores de la idea intentaban tener al día a sus interlocutores de lo que estaba pasando, sobre todo en relación con las cifras de contagios, muertes, ingresos y todo lo demás, los alcaldes exigían cada vez con más impaciencia material sanitario para los centros de salud y test para detectar los contagios. Y de ahí era difícil sacarles porque en realidad era -y sigue siendo- su única preocupación.
Algunos de estos alcaldes han coincidido en señalar a este diario que no tardaron en detectar un cierto enfrentamiento entre el administrador de la cuenta de whatsapp -el cargo del Gobierno central al que nos hemos referido- y el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, que como alcalde de Escalona también estaba en el grupo. Nuestras fuentes creen advertir que esos roces se han derivado de la división entre los partidarios de Pedro Sánchez y de Emiliano García-Page. En cualquier caso, Álvaro Gutiérrez defendió en todo momento la exigencia al Gobierno de enviar material sanitario para que los pueblos puedan abastecerse y en esa línea debió expresarse en algún momento con contundencia.
Todo ello ha derivado en un decaimiento visible del grupo de whatsapp y en la marcha del mismo de los propios promotores.
Mientras, los alcaldes siguen indignados con lo que está pasando y con el hecho de que nadie, ni del gobierno central ni del regional, se ponga en contacto con ellos para ofrecerles ayuda. La mayoría están haciendo frente al problema con sus propios medios, comprando material con sus recursos, haciendo mascarillas con voluntarios y empresas locales y desinfectando los lugares públicos con vehículos y material del municipio.