La guerra comercial que ha explotado en la Denominación de Origen Valdepeñas, de la que ya les ha informado en los últimos días EL DIGITAL, ha saltado a la prensa nacional por la cantidad de millones de euros que hay en juego. Y los dos protagonistas de esta nueva crisis en torno al vino valdepeñero son los gigantes que controlan la producción y la comercialización de la DO: las bodegas de Félix Solís y de JoséGarcía Carrión, dos de las más potentes del mundo en volumen y facturación.
Este domingo, la periodistaMaría José Fuenteálamopublicaba en El Español un extenso e interesante reportaje en el que el titular ya deja clara la animadversión que existe entre las dos compañías: "Félix Solís y García Carrión, el odio de dos bodegueros que amenaza al vino de Valdepeñas".
La clave está en conocer, y la Audiencia Nacional tendrá que pronunciarse al respecto, si alguna de las dos bodegas, o ambas, han cometido un supuesto fraude a la hora de embotellar el vino, comercializando como crianza, reserva y gran reserva caldos que, presuntamente, no han pasado por barrica o no tienen el envejecimiento que corresponde. Así lo denunciaron ante la Fiscalía, aunque sin dar nombres, organizaciones agrarias como UPA y Asaja, tal y como recuerda El Español.
Pero la afrenta no tardaría en llegar. "Después, García-Carrión se sumó (a la denuncia). Pero en su caso actuaba directamente contra el otro gigante de la DO:Felix Solís.Apuntó a los delitos de estafa, publicidad engañosa y falsedad documental. Pero el fiscal de Ciudad Real, tras analizar la información de las denuncias, concluyó dos cosas: primero, que entre las bodegas denunciantes, en las que se incluye García Carrión, también se dan irregularidades".Desde Félix Solís, de hecho, consideran que “García Carriónha iniciado una campaña difamatoria” contra ellos. Señalan que les hacen “parecer los únicos denunciados ante la Audiencia Nacional de un fraude, cuando también García Carrión está investigado y además ambos están expedientados por la Consejería de Agricultura”.
Además, Solís califica de actitud “hipócrita” la postura de García Carrión, incidiendo en que las bodegas autóctonas han pedido una auditoría en la DO Valdepeñas para evaluar toda la trazabilidad del vino, pero que la firma murciana ha rechazado la propuesta en cuatro ocasiones.
“Hasta el 2016 no había datos”, reconoce a El Español Jesús Martín, alcalde de Valdepeñas y presidente sin voto de la DO. Y eso que la Ley del Vino exige un seguimiento de éste para su control: kilos de cosecha, litros que van a joven, a crianza, a reserva… Es lo que se conoce como la trazabilidad. Una información básica para lo que luego consta en las etiquetas frontales y trasera –la llamada contraetiqueta- de cada botella. Pues con todos elementos, en el Consejo de la Denominación de Origen no se ponían de acuerdo. “Dentro se acordaban cosas que no se cumplían o que luego se desacordaban en el pasillo…”, recuerda. De ahí las sanciones de la Consejería de Agricultura.
Ahora, cuando ha explotado la guerra, García Carrión le ha pedido a Martín que dimita como presidente de la DO pese a que en su día le apoyó para asumir la responsabilidad.El alcalde, que nunca quiso el cargo y que cada año pide irse, ha lamentado en sus declaraciones al diario de Pedro J. Ramírez no tener la potestad de “poder convocar elecciones”. Convocó una reunión para marcharse pero García Carrión “no se presentó”. Y para que se acuerde su salida, se necesita su voto. Vuelta al principio.
"Millonarios y septuagenarios ambos, superada la edad de jubilación ambos, y en activo, a la cabeza de sus imperios con ramificaciones mundiales, también ambos. (...) Ni don Félix ni don Pepe se jubilan de momento. Y eso que los dos, pasados los 70, tienen cada uno un hijo en la compañía. SonFélix SolísyLuciano García Carrión. Por cierto, en los dos casos especializados en comercio exterior", cuenta El Español, que acaba su disección del conflicto en Valdepeñas con un contundente párrafo:
"Comercial o no, la Fiscalía de la Audiencia decidirá ahora si el affaire Valdepeñas se convierte en un complicado proceso contra dos titanes que a veces parecen tener más razones para brindar que para litigar. Aunque, a la hora de llenar las copas, probablemente, no se pondrían de acuerdo en el vino".