Padres de alumnos de colegios concertados de Toledo están recabando apoyos para que la jornada escolar en esos centros pase de ser partida a continuada y evitar así más riesgos de los necesarios en relación con la pandemia de coronavirus. No tener clase por las tardes supone permanecer menos horas en los colegios y por tanto, entienden, se reduce el tiempo de exposición de los niños.
Un grupo de padres ha formado un grupo de wahtsapp y en tres días se han unido más de 145 personas. Una madre con niños en el colegio Maristas de Toledo ha remitido una carta al centro, al Ampa y a distintos organismos de la Junta reivindicando la jornada continuada y no ha obtenido respuesta de ninguno de ellos.
La madre expresa que “aunque la decisión de la jornada escolar, según orden de la Consejería, la establecen los propios centros educativos, las condiciones actuales creo que exige valorar una revisión de esto con carácter excepcional”.
En el colegio de los Maristas, así como en otros concertados de Toledo, sigue establecida actualmente la jornada partida, pese a que hace ya años que en los centros públicos se optó, no sin un fuerte debate previo, por la continuada. “Las madres y los padres que nos hemos puesto en contacto con la dirección del centro, pidiendo su modificación con carácter excepcional y mientras dure la situación que estamos sufriendo, hemos obtenido una negativa por su parte”, denuncia nuestra interlocutora.
Y explica con toda claridad que “dado que es imperante una vuelta al colegio por la formación integral de los niños, y que se pretende hacer minimizando al máximo los riesgos en pro de su salud y de la salud de toda la comunidad, considero que son varias las cuestiones a tener en cuenta, siendo una de ellas el reducir las jornadas o, en su defecto, hacerla continua para todos los colegios, con el fin de conseguir minimizar tiempos de contagio; además, de esa forma no se verían obligados muchos padres y madres al uso del comedor escolar y con ello se comprimirían los tiempos muertos que son más difíciles de controlar”.
Otro aspecto al que alude es “la incidencia en la salud de un uso prolongado de mascarilla en niños tan pequeños, con jornada continua este periodo y las consecuencias de llevarla, se vería notablemente reducido”.
En otras ciudades como Burgos y comunidades como Navarra, Aragón o Murcia ya se han tomado medidas en ese sentido.