El periodista ciudadrealeño Jesús Úbeda y Julio Valdeón, uno en Madrid y otro en Nueva York, reciben un encargo: escribir una biografía del periodista y escritor conquense Raúl del Pozo, al que se le considera un "mito viviente del periodismo y la literatura". Pero éste se niega a contar su vida porque detesta el género: "Las mejores biografías las hizo Plutarco en el siglo I; las de después son mediocres". La solución pasa por traicionar al biografiado entrevistándole a él y a muchos que lo conocen. Es así que Arturo Pérez-Reverte, José María García, Jesús Quintero, Manuel Vicent, Carmen Rigalt, Javier Rioyo, Federico Jiménez Losantos, Antonio Lucas y Antonio Casado, entre otros, suman sus voces para pulir un retrato extasiado, radiante y blasfemo de uno de los hombres que mejor ha escrito y descrito a España y los españoles, tal como se cuenta en la web oficial de la empresa editora, La Esfera de los Libros.
Añaden que Raúl del Pozo, "que nació el mismo día que Ava Gadner y Jesuscristo, reportero, corresponsal, columnista, ha enganchado a varias generaciones de lectores con su prosa feroz y sorprenderá de nuevo esta vez con andanzas, anécdotas y episodios tan desconocidos como insólitos".
En una entrevista publicada este martes por El Mundo, el periódico en el que publica su columna diaria desde hace años, Raúl del Pozo revela que se arrepiento de "muchísimas cosas", entre ellas "de haber malgastado tantas noches y tanto hígado. De la golfería. De mi ludopatía... No es que hubiera podido ser Premio Nobel... He perdido mucho tiempo".
También ha explicado cómo se ha convertido en una leyenda del periodismo: "Por culpa de algunos amigos que hace unos años empezaron a hablar bien de mí. Pero yo no he hecho nada. Como buen aldeano escucho a través del tabique a ver qué se dice. Eso es propio de las aldeas, donde la humanidad se reduce a tus 10 o 15 vecinos. Lo que no sabía es que caía mal a tanta gente..".
Los tiempos han cambiado y siente ciertos desengaños con el periodismo: "Lo que más me preocupa es que algo hemos hecho mal porque el periodismo de papel se está muriendo. Y si desaparece el periódico en papel perdemos el oro de la palabra escrita. Desde Mesopotamia, lo escrito escrito queda. Cuando no haya periódicos impresos veremos otro tipo de democracia. Los periódicos son la columna vertebral de la libertad de expresión. Son necesarios siempre, pero ahora, en este momento de confusión, más. Todos los partidos tienen una covacha para intoxicar, difundir noticias falsas y ejercer la grosería de la demagogia. Sin periódicos fuertes les dejamos el camino despejado".
La entrevista, firmada por Antonio Lucas, no tiene desperdicio y puedes leerla íntegra PINCHANDO AQUÍ.