Cuando Gregorio Marañón Bertrán de Lis, presidente de la Fundación Teatro Real, cumplió diecinueve años, respondió así a la pregunta que le hicieron en una entrevista sobre cómo se veía en el futuro: “Quiero un porvenir en el que vayan juntas, pero separadas, como en paralelo, mi vida social y mi vida privada. Formar parte de una generación que deje huella firme de su paso e influir en mi generación. Triunfar en un trabajo que me guste, aunque sea difícil y requiera mucho esfuerzo. Tener un lugar en el campo o junto al mar para ir a descansar trabajando. Disponer de mis horas y no tener tiempo ocioso. Vivir un gran amor y contar con buenos amigos. Que los ideales de ahora sean siempre los mismos. Y que todo este sueño se cumpla, desde el principio, pronto, lo antes posible”.
Ese proyecto de vida, debidamente actualizado, lo ha mantenido, en lo esencial, siempre. Fue el camino que se trazó y el que ha recorrido transitando por diferentes ámbitos: la cultura, el derecho, la banca, la empresa, la política y la comunicación. La editorial Galaxia Gutenberg acaba de publicar "Memorias de luz y niebla" de Gregorio Marañón, en las que refleja el fruto de su vocación, las circunstancias de su vida y el juego del azar que, generalmente, le ha sido favorable. A través de sus páginas trata de mostrar cómo y en qué medida ha llegado a ser lo que soñó, mientras su vida continúa haciéndose. Este libro completa el publicado por el mismo autor hace cinco años, "Memorias del cigarral", en el cual recogía cinco siglos de memorias de la familia Marañón.
Vinculación con Toledo
Su vinculación con la ciudad de Toledo es esencial en su biografía. En 1977 adquirió a su familia el Cigarral de Menores, que él y su mujer, Pilar Solís, conservan ejemplarmente, promoviendo en 2007 su declaración como monumento con la categoría de BIC (Bien de Interés Cultural). En 1989 fundó la Real Fundación de Toledo, en respuesta a la alarmante situación en que se encontraba la conservación de la ciudad histórica, asumiendo su presidencia. En octubre de 2009 impulsó un proceso de renovación dejando la presidencia y permaneciendo en el Patronato y en la Comisión de Gerencia, siendo nombrado Presidente de Honor en 2015. La labor de esta Fundación ha sido reconocida con la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1996), la Medalla de Oro de la Ciudad de Toledo (1998) y la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (2000).
Un año más tarde, el cardenal Cañizares le nombró miembro del Consejo Económico de la Diócesis. Junto a Shlomo Ben Ami y Diego Hidalgo, participó en la creación, en 2004, del Centro Internacional de Toledo para la Paz del que es patrono, cuyo fin es mediar en la resolución de conflictos internacionales. En 2010 promovió la constitución de la Fundación El Greco 2014, de carácter público, que ha organizado la conmemoración del IV centenario de la muerte del pintor, siendo nombrado presidente del Patronato y de la Comisión Ejecutiva. El éxito, nacional e internacional, de la conmemoración fue inmenso, siendo el acontecimiento cultural más importante de España en 2014.