Cuando Emiliano García-Page se viene arriba en sus discursos puede pasar de todo. Incluso que nomine a alguien de los presentes candidato a sucederle. Es lo que le ocurrió al presidente de Castilla-La Mancha el miércoles en Talavera.

Como bien ha recogido Carmen Bachiller en Eldiario.es, Page señaló a Tita García Élez como posible presidenta de Castilla-La Mancha. No hay nada descartable y eso ha debido subirle la moral a la animosa alcaldesa talaverana, de quien se dice que ha tenido momentos de bajón importantes durante los peores momentos de la pandemia. Viéndola siempre tan sonriente y cercana cuesta imaginarla en clave de derrota. Pero Talavera no es una plaza fácil y menos aún para sus políticos, que se han sentido históricamente abandonados por la administración regional y nacional.

Page sin embargo está volcado y no pasan quince días sin que visite la ciudad por algún motivo, y siempre con alguna nueva promesa o proyecto bajo el brazo. Otra cosa, según la oposición, es que cumpla. Pero al menos inyecta moral.

Esta semana la moral se la ha puesto en vena a García Élez bromeando con el nombramiento de Isabel Rodríguez como ministra Portavoz y de Política Territorial: “La última vez que estuve aquí me vi con los Reyes. Mañana [por este jueves] me veo con ellos otra vez. La última vez que estuve con el rector de la UCLM, una de las firmantes al día siguiente era ministra. Por capacidad, Tita puede ser lo que quiera, incluso presidenta de la región, pero vamos a templar”. "Hasta aquí puedo leer...", debió decir Page para sí, pensando que probablemente es más fácil ser presidente de la región que alcalde de Talavera.

Tita García Élez y Emiliano García-Page