El ganadero de bravo Daniel Ruiz, cuyas reses pastan en la finca "Cortijo del Campo", ubicada en la localidad de Alcaraz (Albacete), se ha visto obligado a salir a la palestra para dar explicaciones después de que colectivos feministas y numerosos ciudadanos a través de las redes sociales hayan protestado por el nombre de dos de toros de la ganadería castellano-manchega lidiados el pasado domingo en Gijón.
Fue el matador sevillano Morante de la Puebla, reconocido votante de Vox, el encargado de lidiar y ajusticiar a los astados "Feminista" y "Nigeriano", una combinación que fue interpretada por muchos como un acto machista y racista. Tanto es así que tanto la Plataforma Feminista d'Asturies como la Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (ANADEL) criticaron la situación a través de sendos comunicados, lo que ha provocado que la alcaldesa, la socialista Ana González, haya anunciado que la feria taurina no se volverá a celebrar ya que no se renovará la concesión de la plaza de toros de la ciudad.
Nombres heredados
Sin embargo, el propio ganadero Daniel Ruiz ha explicado a la agencia de noticias Efe que la polémica "no hubiera tenido origen de haber conocido un poco la idiosincrasia de cómo funciona una ganadería de bravo". Y es que los toros que se lidian en las plazas heredan el nombre de sus madres. Así que que tanto "Feminista" como "Nigeriano" adquirieron su apelativo de las vacas que los parieron y, por tanto, no fueron escogidos expresamente para la corrida de Gijón.
"En nuestra ganadería tenemos 350 vientes y, en consecuencias, 350 nombres, que son los que luego heredan sus hijos", como es el caso de "Feminista" o "Nigeriano", además de los otros tres toros que lidiaron esa tarde en Gijón y que se llamaron "Finito", "Turronero" y "Niñero", además de "Rebujino" que fue como se llamó el sobrero del mismo hierro.
Ajenas a contextos sociales y políticos
La versión de Daniel Ruiz ha sido ratificada por la Unión de Criadores de Toros de Lidia, que mediante otro comunicado ha asegurado que, por normativa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y a fin de conservar la trazabilidad de la genealogía, "los machos adquieren el nombre de la madre".
"Los cuatreños lidiados el pasado fin de semana, pertenecientes a la ganadería de Daniel Ruiz, descienden de las vacas 'Feminista' y 'Nigeriana', ambas adquiridas por el ganadero en 1986, por tanto, con una descendencia mayor a 35 años y con más de cuatro generaciones, ajenas a contextos sociales y políticos", aclaran.