Juan Miguel Ferrer presentó su dimisión como deán de la catedral de Toledo durante una audiencia el martes con el arzobispo de la diócesis, Francisco Cerro Chaves, tal como informó EL DIGITAL CLM. No solo dimitió sino que además hizo una petición de perdón por autorizar la grabación del polémico videoclip "Ateo" de C. Tangana y Nathy Peluso bailando en la Catedral y el gran escándalo que el asunto ha provocado entre muchos toledanos.
Al ya exdeán le han llovido las críticas por parte de miembros del clero de la diócesis y de fieles católicos que han deplorado y condenado el uso de la catedral primada para la grabación de un vídeo que consideran cuando menos irreverente e inapropiado para el lugar. Incluso gran parte del cabildo catedralicio le ha criticado en privado y en público, y alguno de los canonígos ha sido especialmente feroz en sus comentarios.
Casi nadie se ha atrevido a defender a Juan Miguel Ferrer por el asunto del vídeo, pero sí lo han hecho para resaltar otros méritos que ha cosechado durante su etapa al frente de la catedral. Como ejemplo, publicamos la carta abierta de una feligresa que se ha expresado en los términos siguientes:
"Antes que feligresa, soy cristiana y en mi fe deseo vivir y morir con la ayuda de Dios. Una de tantos que, a fuerza de ver y oír barbaridades, no se rasga ya las vestiduras ante cualquier cosa que nos presente nuestra sociedad, tan confusa y descreída.
Me duele, eso sí, la ofensa a Dios intencionada o lo que es lo mismo, el pecado. Me duelen mis propios pecados, los del mundo y los de mi Iglesia y sé cuánto tenemos que reparar y desagraviar por ellos al que nos ha dado todo. Pero no creo en el pecado de D. Juan Miguel, no creo que tuviera la intención de ofender a Dios ni a nadie cuando autorizó la grabación del famoso videoclip, así que no seré yo la que le tire una piedra que, por otro lado, no sería la primera.
`Está escrito: 'el celo de tu casa me devora´, pero también dijo el Maestro: `no juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados´ ¡Dejémosle a Él liar el azote y sacudir lo que juzgue conveniente!
Yo prefiero, desde aquí, dar las gracias a D. Juan Miguel por el bien que ha hecho como deán de nuestra Catedral, por acercarnos a la liturgia en los duros tiempos del confinamiento. A través de la televisión y junto a él, vivimos una Cuaresma y un Triduo Santo que nunca olvidaremos.
Gracias por sus inspiradas homilías, por tantas comuniones espirituales, por su jovialidad, su frescura y su cercanía.
Creo, sinceramente, que no merece usted terminar su mandato de forma tan lamentable y precipitada. Tampoco el músico provocador merece la publicidad gratuita que ha recibido por parte de quienes, curiosamente, hasta hace unos días, no sabían quién era El madrileño y, menos aún, la argentina!
Los jóvenes cristianos que eran fans de C-Tangana lo son ahora también de su persona, D. Juan Miguel. Se lo digo yo, que he criado a alguno!".