Si ha habido un protagonista en el Congreso que este fin de semana ha celebrado el PSOE castellano-manchego, además de Emiliano García-Page, esa ha sido la presidenta de la mesa del cónclave, Blanca Fernández. La consejera Portavoz y de Igualdad del gobierno regional ha sabido dirigir la reunión con firmeza y con tino y ha logrado por momentos emocionar y hacer reír a los asistentes, todo a la vez.
No es extraño por todo ello que una de las anécdotas más comentadas del congreso la haya protagonizado la propia Blanca Fernández. Fue durante al intervención de los agentes sociales, entre los que destacó la figura del presidente de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (CECAM), Ángel Nicolás, que agradeció la invitación y destacó el hecho de que pueda haber diálogo y acuerdo entre personas y organizaciones con distintos fines e intereses. Nicolás aseguró que la mayor infraestructura que tiene la región es el diálogo social. Con eso queda todo dicho.
Tras él intervino el secretario general de CCOO, Paco de la Rosa, que entre otras cosas reconoció el "trabajo realizado" por el Gobierno, ya que "nunca se ha visto tanto diálogo social en España como en los últimos tiempos". Según De la Rosa, García-Page "ha hecho una casa que ahora hay que llenar de muebles, de ilusión y de ganas", algo de lo que está seguro que "va a hacer".
Terminó su intervención deseando que los presidentes de la región sean presidentas y los alcaldes, alcaldesas. Y fue ahí donde actuaron los reflejos de Blanca Fernández, que no pudo contenerse al apostillar con un zasca en toda regla el líder sindical: "Y también los secretarios de algunos sindicatos". Luego suavizó lo dicho y todo quedó entre "compañeros/as".