El cuerpo de la Guardia Civil de Tráfico es querido y respetado por la gran labor que realizan sus agentes a diario, sobre todo cuando se trata de atender a los conductores que tienen problemas en la carretera, ya sea por accidentes, por averías de sus vehículos o por otras muchas circunstancias propias del alto grado de circulación que registran nuestras carreteras.
Recordar a la policía de tráfico únicamente porque pone multas es a estas alturas tan indigno como injusto ya que incluso el hecho de sancionar, que es una más entre sus muchas tareas, es beneficioso para el conjunto de usuarios del transporte por carretera ya que penalizan a los que no cumplen las normas y se ponen en peligro a sí mismos y a los demás. Por eso es importante destacar esas otras acciones de la Guardia Civil de Tráfico.
Como la que realizaron el pasado día 10 agentes del destacamento de Tráfico de la localidad toledana de Ocaña, que auxiliaron a una anciana. con un principio de insolación tras averiarse el coche en el que viajaba con su hijo. El hecho ha sido objeto de comentario en la cuenta oficial de la Guardia Civil a nivel nacional, en la que han calificando como "grandes" a "los compis", que auxiliaron a Emiliana, una mujer de 95 años que sufrió un principio de insolación por las altas temperaturas al quedar el coche en el que viajaba con su hijo averiado y sin aire acondicionado". Todo ello acompañado de una emotiva imagen en la que aparecen la anciana y su hijo flanqueados por los dos guardias civiles en un lugar seguro.
Como ha contado EL DIGITAL CLM, la mujer de 95 años de edad y con movilidad reducida fue rescatada por la Guardia Civil cuando se encontraba mareada y con síntomas de insolación. Los hechos ocurrieron en el punto kilométrico 59 de la autovía A-4, en la provincia de Toledo, a raíz de la avería que sufrió el turismo en el que viajaba la afectada junto a su hijo.
Cuando los agentes observaron el turismo averiado ocupando parte de la calzada vieron en el interior a una mujer de avanzada edad, con problemas de movilidad y con síntomas de cansancio, próximos a sufrir una lipotimia debido a las altas temperaturas del exterior y no poder permanecer con el aire acondicionado al estar el vehículo averiado. En ese momento, y con el consentimiento de su hijo, los agentes decidieron desplazar a esta mujer en su vehículo oficial a un lugar donde pudiera estar a la sombra y a menor temperatura.
Con dificultad, los guardias civiles sacaron a esta mujer de 95 años del vehículo y la llevaron a un área de servicio próxima donde le proporcionaron un asiento y agua para que se hidratase. La patrulla esperó la llegada del hijo y la grúa con el vehículo averiado, quedándose en custodia de su madre, ya más tranquila y en buen estado de salud.